Preparar unas vacaciones, y más aún si se visita un país extranjero, es una labor que lleva su tiempo. Decidir el lugar, reunir los documentos, hacer las maletas… todos los detalles son importantes, sobre todo si el destino es lejano, ya que no será fácil obtener con rapidez lo que se haya olvidado. Por ello, como se explica en el siguiente artículo, es conveniente perder un poco de tiempo en planificarlo al detalle, ya que así se evitarán futuros problemas.
Qué 10 pasos seguir antes de salir al extranjero
Planificar:
Hay que escoger dónde ir, por cuánto tiempo y en qué condiciones. Como todo dependerá del presupuesto, se debe considerar antes el dinero con el que se cuenta, y ser realistas. Hay que destinar al viaje el dinero que no se tenga que utilizar el resto del año (incluyendo algún posible imprevisto).
Tras este análisis, se decidirá el lugar de destino, las excursiones, cuántos días se estará y el modo de desplazamiento (moto, coche, tren o avión) hasta allí. Es importante pensar en todos los detalles y dejar todo lo más cerrado posible.
Además, conviene tener localizadas las embajadas o consulados (y sus números de teléfono), así como dónde se encuentran las comisarías de policía y los hospitales más importantes. Un viaje es un placer, pero siempre puede surgir una complicación y no está de más preverlo.
Documentación:
Viajar fuera de España no tiene demasiadas complicaciones, si el destino es un país de la Unión Europea. Bastará con tener en regla el DNI (los niños también) y los documentos que se necesiten, como permiso de conducir o papeles del coche.
Pero el mundo no se acaba en Europa. Y fuera de la UE hay que llevar el pasaporte. Adultos y niños tienen que tenerlo en regla. Es un trámite sencillo, pero según las fechas, las oficinas pueden estar congestionadas y tardar más de lo esperado en inicio.
Hay algunos países que exigen tener visado como requisito previo para visitarlos (solo es válido durante el viaje concreto para el que se ha solicitado). En estos casos se necesita llevar a cabo una serie de trámites que pueden llevar su tiempo. Conviene realizarlos con bastante antelación, porque a menudo hay que hacer «papeleo» varias veces y las gestiones sencillas se van complicando.
Salud:
Las personas que padezcan alguna enfermedad crónica o tengan alguna alergia deben tener especial cuidado al visitar países extranjeros. Si necesitan un seguimiento, o algún tratamiento específico, tienen que asegurarse de que en el lugar de destino lo encontrarán.
También los sanos tienen que tener el aspecto sanitario muy en cuenta. Para cualquier enfermedad o pequeño accidente que surja, si viajan por Europa deben portar la Tarjeta Sanitaria Europea, que les permitirá recibir asistencia médica como si estuvieran en España. Para el resto del mundo, es preciso suscribir un seguro privado.
Además, para visitar ciertos países hay que vacunarse. La información de las vacunas exactas y cuándo administrárselas puede encontrarse en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Maletas:
Puede considerarse un tema menor, pero las maletas pueden complicar mucho un viaje. Deben estar organizadas de tal modo que ni falte ni sobre nada. Parece sencillo, pero al final se tiende a meter en ellas más de lo imprescindible, olvidando a veces lo esencial. Conviene no llevar peso de más ni ropa u objetos innecesarios.
Saber con antelación el plan de viaje ayuda mucho en este caso, ya que no es igual preparar un equipaje para ir en plan cómodo que para asistir a un concierto a La Scala de Milán.
Medio de transporte:
Hay que elegir con cuidado el medio de transporte, ya que además del equipaje, el sitio para pernoctar y otras circunstancias dependerán también del medio en que se viaje.
Si se va en moto, y por tanto con un equipaje muy reducido, hay más libertad para alojarse en todo tipo de hoteles, en cámpings, en albergues… En avión, habrá que conocer la distancia del aeropuerto al lugar de destino y cómo llegar hasta allí (y tener calculado el coste). El coche propio da libertad para organizar excursiones, pero consume mucho combustible, y hay que saber qué normas rigen en materia de conducción en el país que se visita.
Pernoctar:
En función del presupuesto y de la carestía del país de destino, se escogerá el número de noches y dónde pasarlas. En cuanto a los hoteles, conviene saber que un tres estrellas de España difiere bastante de lo que en Italia o Francia consideran la misma categoría. En general, los alojamientos españoles son de mayor calidad con ese número de estrellas.
Antes de escoger el hotel, el apartamento o el camping, hay que tenerlo localizado. Hoy en día es muy fácil con herramientas como Google Maps, y conviene saber, sobre todo si el alojamiento está a las afueras, cómo acceder al centro de la ciudad desde el mismo.
Comidas:
En plena crisis, para comer en un viaje lo mejor es decantarse por menús baratos. Si se va a un apartamento o apartotel, se pueden comprar productos frescos y comer como en casa (al menos, cenas y desayunos).
Para no irse de un lugar sin haber probado los platos típicos, al planificar el viaje se puede dedicar una pequeña partida a probar alguna comida de cada lugar visitado.
En el caso de las comidas, las personas que padezcan alguna alergia alimentaria deben tener especial cuidado, sobre todo en los países más exóticos o aquellos en que se condimente mucho al cocinar.
Visitas y excursiones:
Antes de llegar al lugar de destino hay que tener planificadas las excursiones, las visitas a museos, las entradas a exposiciones, la asistencia a conciertos… Se trata de conocer sus horarios, precios y si aplican descuentos a jóvenes o a familias numerosas.
A pesar de todo, hay que dejar margen para la aventura o para escoger un lugar «sobre la marcha». Pero si se tiene poco tiempo y dinero, cuanto más se ajuste el viajero al plan, menos problemas tendrá.
Moneda:
Si se sale de la zona del euro o se va a Reino Unido, habrá que llevar la moneda oficial del país visitado. Antes de hacer el viaje se debe saber cuál es la moneda del país, su valor frente al euro y si es más conveniente cambiarla en España o hacerlo al llegar al destino. Además, hay monedas difíciles de conseguir, por lo que conviene solicitarlas con bastante antelación.
Si hay que sacar dinero del cajero, hay que saber que en los últimos años, con la crisis, han subido mucho las comisiones por este servicio, sobre todo cuando se hacen fuera de un país de la Unión Europea. Por si es posible negociar, antes de salir fuera de España, sería importante acudir al banco y conocer las condiciones.
Souvenirs y demás compras:
A todo el mundo le gusta adquirir algún recuerdo del lugar donde pasó las vacaciones, o algún producto típico de allí. Se puede incluir este gasto al planificar el viaje, pero no es aconsejable dejarse llevar por el impulso del momento y comprar cosas inútiles, o que resulten demasiado pesadas o voluminosas.