El sentimiento de soledad aumenta al llegar las fiestas navideñas. Se calcula que más del 80% de la población percibe, a lo largo de esta época, síntomas de melancolía, estrés, ansiedad o depresión. Hay personas que en estas fechas están solas y, además, se sienten solas, porque están muy lejos del hogar y de su familia; hay conflictos familiares sin solucionar que las obliga a pasarlas en soledad; o se encuentran en una situación de aislamiento social. En este artículo se describen qué personas son más vulnerables a sentirse solas en las Navidades, se detalla cómo sobrellevar las ausencias o pérdidas de seres queridos durante estas fiestas y de dan algunos consejos para no sentirse tan solo en este tiempo.
Estar solo o sentirse solo
Para comprender la soledad, es preciso saber que no es lo mismo estar solo que sentirse solo. Hay dos formas de entenderla. «La soledad física o más objetiva se debe a una ausencia de relaciones sociales y, por lo tanto, es una situación de aislamiento real y físico, donde falta una red social en la que apoyarse y sentirse integrado. En cambio, la soledad emocional o subjetiva es aquella percibida por la persona, que no implica una ausencia de relaciones sociales, sino que tiene que ver con sentirse solo», informa Silvia Guinea, psicóloga del Grupo ISEP Clínic Barcelona.
En consecuencia, «hay personas que se sienten solas a pesar de estar acompañadas, al haber perdido a algún ser querido, porque se ha roto una relación íntima con su pareja o porque se encuentran en un estado emocional alterado de tristeza y ansiedad«, precisa Guinea. Asimismo, según explica esta experta, hay personas que en estas fechas están solas y, además, se sienten solas, porque están muy lejos del hogar y deben pasar las Navidades sin su familia por motivos laborales; existen conflictos familiares sin solucionar que las obliga a pasarlas así; o se hallan en una situación de aislamiento social, como les ocurre a algunos ancianos, personas con discapacidad y personas sin hogar.
El sentimiento de soledad aumenta en Navidad
Se tiende a pensar que todo el mundo está reunido con sus seres queridos, se siente feliz y lo pasa bienLas personas que se sienten solas ven acrecentada esta percepción de soledad durante la Navidad. Las agendas están repletas de compromisos, comidas en familia, cenas de empresa, la fiesta de Nochevieja, celebraciones con amigos, apertura de regalos en familia y, además, se emite publicidad que intensifica estos aspectos. «Todo parece felicidad, dicha y alegría, lo que refuerza la creencia de que todo el mundo cumple con algo que estas personas no pueden conseguir», explica Guinea.
Se tiende a pensar que todos están reunidos con sus seres queridos, se sienten felices y lo pasan bien. Es común, también, que experimenten un sentimiento nostálgico por Navidades pasadas que compartieron con seres queridos que ya no están por distintas circunstancias.
Personas vulnerables a sentirse solas
¿Hay personas más proclives a sentirse solas? La respuesta es afirmativa. Según Guinea, ciertos individuos, por la historia de aprendizaje que han tenido a lo largo de su vida, no han desarrollado las habilidades sociales adecuadas para relacionarse con los demás y, por lo tanto, mantienen una red social frágil, son más vulnerables a situaciones conflictivas, pérdidas o falta de apoyo en momentos vitales importantes, lo que les hace más sensibles a sentimientos de soledad en el futuro.
También están en riesgo las personas con tendencia a estados emocionales de ansiedad y depresión, que pueden no percibir la realidad de manera apropiada, sintiéndose solas cuando realmente cuentan con una red de apoyo familiar y social importante.
Las personas que han sufrido la pérdida de un familiar o una relación de pareja también son vulnerables. En estos casos, la tendencia a sentirse solo dependerá de la red social de apoyo y de los recursos personales de cada uno para gestionar la pérdida.
Ausencias en Navidad
Pero, ¿cómo sobrellevar estas pérdidas y ausencias en Navidad? Las prisas son malas consejeras. «Hay que concederse un tiempo de duelo, de adaptación a la situación, recogimiento y maduración de lo ocurrido; apoyarse en otros familiares, aunque también sufran el mismo abatimiento, porque es importante buscar este amparo y consuelo en el grupo familiar y sentirse protegido. En cambio, no es recomendable encerrarse en casa y en la tristeza, pues solo agrava el problema, como tampoco lo es obligarse a la celebración de las fiestas navideñas. Si no apetece, no hay que hacerlo», informa Amaya Terrón, psicóloga en ejercicio en Madrid.
Para mitigar la sensación de soledad cuando se está lejos, «se pueden utilizar las nuevas tecnologías para conectarse con los seres queridos; debe recordarse que las cosas no siempre suceden cuando las queremos y que quizás no podamos festejar la Navidad el 25 de diciembre, pero sí pensar que este año se han aplazado y que ya las celebraremos cuando sea posible; buscar momentos que nos hagan sentir bien en nuestro lugar de residencia, así como evitar encerrarse o aislarse, porque siempre habrá alguien con quien festejarla», añade Terrón.
Para no sentir tanta soledad en estas fiestas, es crucial ser consciente de este sentimiento, autoevaluarse y pensar por qué y ante qué situaciones se desencadena. También es fundamental desterrar los pensamientos poco realistas, que llevan a generalizaciones, a anticiparse a situaciones negativas o a ignorar sus aspectos positivos. Una vez desterrados, se deben sustituir por otros pensamientos más realistas y acordes a la situación que se vive. Y, por último, es importante aprender a relativizar las Navidades, no darles demasiada importancia y tomárselas como unas vacaciones más del año, explica Silvia Guinea, psicóloga de ISEP Clínic Barcelona.
Esta especialista también añade unos consejos prácticos:
- Aprovechar para mimarse en los días libres que permite tener la Navidad, en los que se puede aprovechar para leer un libro, desayunar con tranquilidad, pasear o tomar un baño relajante con nuestra música favorita de fondo.
- Aprender ese hobby que siempre se ha deseado iniciar, para salir de casa y conocer gente nueva con la que relacionarse.
- Practicar deporte, porque ayuda a liberar endorfinas y sentirse mejor con uno mismo.
- Salir a la calle, porque en Navidad las calles de la ciudad están iluminadas y se organizan gran cantidad de eventos socioculturales a los que asistir.
- Planificar y tomar la iniciativa. Es muy importante que los sentimientos de soledad no encierren a una persona en sí misma. Uno mismo también puede llamar a varios amigos, compañeros de trabajo y otros amigos que se encuentren en la misma situación y organizar una Navidad original y diferente.
- Viajar y descubrir nuevos lugares, mediante una escapada solo o en grupo, mostrándose perceptivo, para conocer gente nueva y disfrutar de la experiencia.