¿En qué lugar la casa hay más gérmenes? La vida bacteriana está en todas partes. Algunas bacterias, como las intestinales, son buenas, viven en armonía con el sistema inmunológico y ayudan al cuerpo a digerir los alimentos y protegerlo de ciertas enfermedades. Pero otras no son tan buenas, y están en cualquier sitio: pantalla de ordenador, pomos, tiradores de armarios, interior del marco de las puertas, la encimera de la cocina… Conocer cuáles son las zonas más contaminadas del hogar ayuda a hacer una limpieza más eficaz. Este artículo detalla cuáles son los lugares de la casa más contaminados de patógenos y cómo evitar esta contaminación.
Los gérmenes pueden multiplicarse con facilidad. En ocho horas, una bacteria que esté en un trapo de cocina húmedo puede multiplicarse hasta alcanzar los seis millones, según alertaba en 2011 el National Health Service (NHS) del Reino Unido. Entonces, los expertos ya avisaban que los gérmenes se adhieren a las telas y son difíciles de eliminar con solo enjuagar, por lo que todos los materiales de limpieza deben desinfectarse y después secarse tras su uso.
También en 2015, un estudio de Sanytol sobre los gérmenes en casa, realizado en colaboración con la Universidad de Barcelona (UB), especificaba que «la pantalla de un teléfono móvil puede contener unas 600 bacterias mientras que un inodoro limpio contiene cerca de 20». Estos resultados demostraban entonces que «los patógenos de la tecnología», como teléfonos, tabletas y mandos del televisor, son del mismo tipo que los que pueden encontrarse en bayetas y esponjas de la cocina. Según los expertos, esto se debería a que se realizan numerosas actividades a la vez sin la desinfección de manos adecuada. Entre los más comunes está Escherichia coli, una de las bacterias responsables de los problemas intestinales más habituales.
Los lugares más contaminados
Los microorganismos como bacterias están repartidos por todos los rincones de la casa, hasta los más inimaginables. Los hongos como Aspergillus Penicillium o Fusarium pueden encontrarse en la comida, la cocina, las paredes o en sitios olvidados para la limpieza. Los lugares de un hogar más contaminados por patógenos son:
Estropajos y trapos de cocina. Pueden albergar tantos microorganismos como una taza de inodoro. El problema está en que no se desinfectan con la periodicidad adecuada. Según la investigación citada de la UB, «hay hasta seis veces más bacterias en las bayetas que usamos para limpiar que en la tapa del inodoro». En una esponja húmeda pueden estar hasta dos semanas bacterias como Salmonella o Campylobacter. Las esponjas, según los expertos británicos, pueden contener centenares de bacterias en sus pequeñas cavidades húmedas, cuya desinfección es muy difícil.
Fregadero. Si bien se considera que la tapa del retrete es la parte más contaminada de la casa, de media el fregadero puede albergar 100.000 veces más gérmenes.
Tablas de cortar. Las tablas que se usan para cortar alimentos pueden acoger 200 veces más bacterias fecales que la tapa del inodoro.
Bolsas de mano. Según el NHS, una bolsa de mano puede contener más de 10.000 bacterias por cada 2,5 centímetros cuadrados; además, un tercio de las bolsas que en su día analizaron los expertos tuvieron resultado positivo en bacterias fecales.
Cajón de la nevera. Como recoge una investigación de Microban Europe, el cajón del frigorífico donde se almacenan los vegetales también puede albergar importantes cantidades de bacterias.
Aparatos tecnológicos. Ordenadores, tabletas, móviles o mandos del televisor pueden estar contaminados hasta con más de 450 bacterias por tecla. Comer cerca del equipo informático propicia el crecimiento de microorganismos.
Grifos, bañeras y gomas de lavadora o de cafeteras. En estas zonas se forman biofilms por la acumulación de suciedad y humedad; tienen un alto poder contaminante.
Juguetes, muebles y picaportes.
En todos estos lugares se dan las condiciones adecuadas para la proliferación de distintas especies microscópicas como bacterias y hongos. Estas comunidades forman lo que se conoce como microbioma del hogar. Pero debe tenerse en cuenta que la fuente más importante de emisión de microorganismos son las personas. El cuerpo humano lleva millones y millones de bacterias y otros microorganismos que se esparcen por el ambiente, ya sea por contacto directo como a través del aire. Otro factor importante que condiciona la diversidad microbiana es la presencia de mascotas en casa. Si hay perros o gatos, lo más seguro es que se conviva con comunidades bacterianas distintas de las que se hallan en los hogares sin animales.
Cómo prevenir la contaminación
Uno de los principales problemas apuntados por los expertos es la limpieza ineficaz y la desinfección casi inexistente de ciertas zonas de la casa. Insisten siempre en la misma premisa: no es lo mismo limpiar que desinfectar, ni es lo mismo tener una superficie limpia que descontaminada. Lo demuestra que las bacterias encontradas en los móviles sean las mismas que las de estropajos y trapos de cocina. Esto indica que las personas no se desinfectan las manos de la forma adecuada.
También deben desinfectarse con frecuencia las tablas de cortar, así como dejar los estropajos en remojo con desinfectante o secarlos en el microondas. Y es importante tener en cuenta las zonas húmedas como el fregadero, donde, además de agua, puede haber restos de comida y, por tanto, las bacterias pueden acumularse en el fondo y sus paredes.