Quiebra de Lehman Brothers, pérdidas millonarias con productos estructurados, fondos de inversión inmobiliaria que no permiten rescatar el dinero… La crisis ha dejado al descubierto algunos paradigmas, que se dan por ciertos, del mundo de la inversión: determinados productos financieros que se vendían como instrumentos exentos de riesgo no cumplían con esta máxima, el tamaño de un banco no le blinda ante una posible quiebra y el ahorro no está seguro si se invierte en productos complejos con cláusulas incomprensibles. La experiencia ha llevado a muchos ahorradores a buscar refugio en los productos de ahorro clásicos y pocos se atreven a aventurarse con inversiones más arriesgadas. Para facilitar su tarea al usuario, en 2008 se reguló la figura de un tipo de sociedad específica: las Empresas de Asesoramiento Financiero Independiente (EAFI), compuestas por asesores reconocidos de forma legal. Su función es recomendar a inversores particulares o a empresas qué pasos seguir de acuerdo a su situación.
¿Qué son las EAFI?
Las Empresas de Asesoramiento Financiero Independiente (EAFI) están reguladas en la Ley del Mercado de Valores, el Real Decreto 217/2008, de 15 de febrero, sobre régimen jurídico de las empresas de servicios de inversión, y por la Circular 10/2008, de 30 de diciembre, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sobre Empresas de Asesoramiento Financiero. La normativa entró en vigor a principios de 2009, con lo que es una figura de muy reciente creación. Desde entonces, sólo ellas pueden prestar asesoramiento, dar recomendaciones personalizadas y bien documentadas a inversores particulares o a empresas.
Esta normativa ha servido para regular una función que, antes de la crisis, realizaban un buen número de empresas sin contar con la profesionalidad necesaria. Acudir al registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para comprobar si una compañía está inscrita bajo esta modalidad es una garantía para el inversor. Si no está registrada, se puede considerar como una modalidad de “chiringuito financiero”, que presta servicios de inversión sin autorización para ello. En total, hay 19 EAFI registradas en la CNMV. El listado completo puede consultarse en la web de esta entidad.
¿Qué servicios prestan?
Las EAFI asesoran en materia de inversiones. Pueden hacer recomendaciones a particulares o empresas sobre activos financieros como fondos, acciones, derivados, planes de pensiones o seguros. Se puede pedir consejo sobre la conveniencia de invertir en determinadas acciones o solicitar sugerencias acerca del plan de pensiones más adecuado.
Para cumplir con la ley, deben prestar asesoramiento personalizado, no recomendaciones genéricas
Para cumplir con la ley, deben prestar asesoramiento personalizado. No pueden emitir recomendaciones genéricas, como aconsejar a un cliente que invierta en Bolsa, sin más. Hay que especificar en qué valores concretos o a través de qué fondos de inversión u otro tipo de instrumentos.
Las EAFI deben asegurar el respeto a las normas de conducta y la protección del cliente con un reglamento interno que regule su actuación. Además, tienen que cumplir ciertos requisitos: acreditar solvencia, un capital mínimo, un seguro de responsabilidad civil o una combinación de capital y seguro.
¿A quién interesa acudir a una EAFI?
Cualquier inversor que se sienta perdido y no sepa en qué producto depositar su dinero puede acudir a estas sociedades en busca de ayuda y orientación. Sobre todo, cuando cuenta con cantidades significativas, desde 50.000 ó 100.000 euros. Las empresas emitirán sus consejos tras analizar la situación económica y de mercados del momento, y según el perfil de inversión y la edad del cliente.
Los asesores son gestores con profundos conocimientos de análisis fundamental, macroeconomía, análisis técnico, fiscalidad, etc. Utilizan todas las herramientas del análisis y todos los informes para tomar decisiones. El análisis cuantitativo y los controles de riesgo apoyan sus recomendaciones.
Cualquier inversor que no sepa dónde depositar su dinero puede acudir a estas sociedades
Los profesionales que formen parte de una EAFI deben acreditar conocimientos y experiencia referidos a asesoramiento en materia de inversiones, gestión de patrimonios, análisis u otras actividades relacionadas con el mercado de valores. Para ello, es necesario que dispongan de títulos universitarios o certificaciones profesionales. En España, una de las más importantes es la certificación EFPA de asesor financiero, con reconocimiento europeo.
En el ámbito de las empresas, pueden prestar servicios auxiliares, como asesoramiento sobre su estructura de capital, estrategia industrial o una posible fusión o adquisición.
Cuánto cuesta contratar sus servicios
Las EAFI cobran una comisión en concepto de asesoramiento financiero, un porcentaje sobre el capital que el cliente desea invertir. En general, reclaman tasas que oscilan entre el 1% y el 5% del dinero que el ahorrador desea invertir y sobre el que los asesores crean una propuesta de inversión. Un cliente que pide consejo sobre dónde invertir 100.000 euros, deberá pagar, al menos, 1.000 euros.
Cobran tasas que oscilan entre el 1% y el 5% del dinero que el ahorrador desea invertir
El coste por la elaboración de informes de inversiones y análisis financiero u otras formas de recomendación general relativa a operaciones sobre instrumentos financieros es del 3%, en general, calculado sobre el importe de cada operación.
La Ley también permite a las EAFI recibir comisiones e incentivos de terceros, por la recomendación de sus servicios y productos. Antes deben informar a los clientes de forma transparente de los detalles de este aspecto.
Tipos de asesoramiento
Pueden ajustarse a demandas de inversores muy variadas.
Asesoramiento de carteras: aporta recomendaciones globales en materia de inversión financiera. Es habitual que los asesores aconsejen productos concretos para completar una cartera diversificada y global, con renta variable, renta fija, divisas, liquidez e, incluso, inmuebles. El objetivo prioritario es incrementar el patrimonio de los clientes tras realizar una correcta política de riesgos.
Asesoramiento institucional: en este caso, los principales clientes son empresas que necesitan asesoramiento en materia de “family office” (financiero, inmobiliario, artístico, fiscal….), SICAV o cartera y gestión de productos financieros. Pueden orientar en materias como fusiones o adquisiciones de empresas tanto en España como en mercados internacionales.
Asesoramiento fiscal: La fiscalidad es un elemento ligado a las decisiones de inversión. Es esencial proporcionar a los clientes una ayuda que les permita rentabilizar las inversiones y optimizar la eficiencia fiscal.
Asesoramiento inmobiliario: localizar y recomendar activos inmobiliarios en alquiler, aparcamientos, hoteles o edificios de oficinas es otra de sus especialidades. Este servicio engloba la selección de oportunidades de inversión tanto en el mercado nacional como internacional.