La osteoporosis es el principal enemigo de los huesos de la mujer cuando llega a la menopausia, pero también de los hombres en un porcentaje nada desdeñable (entre el 10% y el 15% lo padecen). Prevenir esta afección es importante para evitar sus terribles consecuencias: cada año, en España, se producen 40.000 fracturas de cadera y 100.000 vertebrales. Para ello, es crucial desde la infancia llevar una dieta rica en lácteos (tres vasos de leche o derivados lácteos al día durante toda la vida), tomar el sol para absorber vitamina D, practicar ejercicio físico y rehuir de hábitos tóxicos, así como de ciertos fármacos en la medida de lo posible y acudir al médico para evaluar este riesgo, según cuenta en esta entrevista José Manuel Olmos Martínez, coordinador del Grupo de Trabajo de Osteoporosis de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), profesor titular de Medicina de la Universidad de Cantabria y médico adjunto del servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, de Santander.
La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza tanto por una disminución en la cantidad como en la calidad del hueso. Estas alteraciones hacen que los huesos se vuelvan menos resistentes y más susceptibles de fracturarse o romperse.
“Una de cada cuatro mujeres de más de 50 años padece osteoporosis”
Hay quien dice que la osteoporosis es una enfermedad que se padece en la ancianidad, pero que comienza en la infancia. En la niñez y la adolescencia se ha de formar suficiente cantidad de hueso puesto que, a lo largo de la vida, se pierde poco a poco. Esto se consigue con una dieta adecuada en contenido de calcio. En la dieta occidental las fuentes más ricas de calcio son la leche y los derivados lácteos. También es importante realizar un ejercicio físico adecuado durante la infancia y mantenerlo a lo largo de la vida.
En general, a partir de los tres años y hasta la pubertad y adolescencia, conviene que tomen entre medio litro y un litro de leche o derivados lácteos. El adulto debe tomar tres vasos de leche al día. Un vaso de leche normal es rico en calcio y se puede sustituir por un yogur y medio al día (un yogur es insuficiente, ya que en España son de 125 mililitros, mientras que en otros países del extranjero son de 200 ml) o unos 50 gramos de queso curado.
Sí, lo que se recomienda respecto a tres vasos de leche al día aumenta cuando la mujer está embarazada o lactando, el niño llega a la adolescencia -un periodo de mucho crecimiento- y la mujer entra en la menopausia.
“Entre el 30% y el 40% de las mujeres de más de 50 años sufrirá una fractura por osteoporosis a lo largo de su vida”
El ejercicio físico fortalece los huesos. De hecho, las personas que permanecen mucho tiempo en la cama pierden hueso. Se ha visto también que los astronautas que están mucho tiempo de viaje en el espacio, debido al estado de ingravidez, también pierden hueso. El ejercicio físico es, pues, importante. No es necesario que sea intenso y debe realizarse una hora al día, al menos tres días a la semana. Otro factor importante, para prevenir la osteoporosis, es la vitamina D que, a pesar de que con la dieta normal occidental no se alcanza un aporte suficiente, sí se consigue través del sol. Por eso, es importante que los niños y ancianos tomen el sol, siempre observando las limitaciones y consejos que se difunden al respecto.
Se debe evitar el tabaco, el alcohol y fármacos como los corticoides, que pueden incidir en una mayor probabilidad de sufrir osteoporosis a lo largo de la vida.
Un estudio cifra la afección de esta enfermedad en alrededor del 25% de las mujeres, es decir, una de cada cuatro mujeres de más de 50 años padece osteoporosis. Este porcentaje aumenta conforme avanza la edad, ya que con los años se pierde más hueso y masa muscular.
“Entre el 10% y el 15% de los hombres tienen osteoporosis”
También puede ocurrir en mujeres jóvenes con menopausia precoz, es decir, que tienen la menopausia antes de los 45 años, o por otra causa como tomar un tratamiento con cortisona, por una enfermedad de la tiroides o paratiroides. Pero, en general, no hay una mayor incidencia en las mujeres más jóvenes.
Efectivamente, entre el 10% y el 15% de los hombres tienen osteoporosis, aunque es más frecuente en la mujer, que tiene menos cantidad de hueso y músculo que el hombre y que, en la menopausia, sufre una pérdida acelerada de hueso.
Sí, aumentan porque también se incrementa la esperanza de vida de la población, aunque no se disponen de muchos datos para saber qué ocurría hace 40 o 50 años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está llamando la atención sobre la importancia de esta enfermedad, porque disminuye la esperanza y la calidad de vida, y por sus graves consecuencias, que son las fracturas.
“Cada aplastamiento de una vértebra supone una pérdida de 0,5 centímetros de altura”Se calcula que entre el 30% y el 40% de las mujeres de más de 50 años van a sufrir una fractura debido a la osteoporosis a lo largo de su vida. Las fracturas más típicas son las vertebrales, de la muñeca y, la más tardía y más grave, la de cadera. En España, los estudios realizados nos han permitido saber su incidencia en las distintas autonomías: se producen alrededor de 40.000 fracturas de caderas al año, es decir, casi 100 casos cada día. Las vertebrales difieren de estas en que no producen síntomas y alrededor de dos terceras partes solo se ven por rayos X. Se calcula que en nuestro país cada año hay unas 100.000 fracturas vertebrales.
Porque pierden altura con la edad. Cuando estas fracturas duelen, duelen de verdad: se siente un dolor intenso al toser y, si este persiste 10 o 15 días, hay que acudir al médico. Pero, cuando no produce síntomas, estas personas no se dan cuenta. Son mujeres que caminan con la espalda encorvadas, lo que de forma clásica se ha denominado la “cifosis (joroba) de la viuda”, que consiste en un encorvamiento de la columna vertebral y una pérdida de la estatura. Cada aplastamiento de una vértebra supone una pérdida de 0,5 centímetros de altura.
“En España, cada año se producen 40.000 fracturas de cadera y 100.000 de vértebra”
Primero, hay que detener la pérdida del hueso, que se consigue con una dieta adecuada (en lácteos), con vitamina D, ejercicio físico, sin fumar ni beber y, si se toma algún medicamento que eleve el riesgo, intentar ajustarlo. Si hay que aplicar un tratamiento, el médico dispone, en primer lugar, de fármacos que evitan la destrucción del hueso (antiresortivos), entre los cuales, los bifosfonatos son los más usados; estos se pueden administrar por distintas vías y con distinta periodicidad. Entre estos están unos medicamentos parecidos a las hormonas (moduladores selectivos de los receptores estrogénicos), con un efecto beneficioso y sin el inconveniente de los estrógenos, que aumentan discretamente el riesgo de sufrir cáncer de mama o de útero. En segundo lugar, hay otros fármacos dirigidos a estimular la formación de hueso, como la hormona paratiroidea, que se administra todos los días con una inyección subcutánea, de forma parecida a la insulina recargada. Y, por último, hay disponibles otros medicamentos con efectos mixtos (para disminuir la destrucción del hueso y potenciar su formación), que se toman diluidos en agua, todos los días.
Los factores de riesgo de fractura debido a la osteoporosis no siempre son evitables. La edad avanzada y ser mujer son los dos circunstancias que más elevan este riesgo y no se pueden modificar. Sin embargo, hay otras causas que también lo aumentan y que se pueden vigilar, como tener antecedentes familiares de fractura de cadera, la menopausia precoz, el tabaquismo o el consumo de glucocorticoides.
Además, los médicos pueden usar unas escalas de riesgo, auspiciadas por la OMS, como la FRAX que, tras introducir algunos datos del individuo (peso, estatura y varios factores de riesgo como fumar, beber o tomar cortisona), calculan el riesgo que tiene de una fractura osteoporótica durante los siguientes diez años. Este riesgo se confirma después con una densitometría ósea (DMO), la prueba diagnóstica que permite evaluar la cantidad y calidad la masa ósea.
Para conocer este riesgo hay que dirigirse al médico de familia, que decidirá la conveniencia de remitir al paciente a otro especialista. En España, son varias las especialidades que tratan la osteoporosis: reumatólogos, endocrinólogos, ginecólogos, médicos internistas o traumatólogos, si ya se ha producido una fractura.