Entrevista

Luis Serratosa, coordinador del grupo de trabajo de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología (SEC)

El crossfit no supone un riesgo de muerte súbita para gente sana
Por María Huidobro González 19 de enero de 2019
Img dr serratosa entrevista hd

El deporte de moda en los gimnasios se llama crossfit. Combina ejercicios gimnásticos, de fuerza y aeróbicos para hacer trabajar al cuerpo la resistencia, la potencia, la técnica, la velocidad, la agilidad, la flexibilidad y la fuerza. Pero obliga a ejecutarlos en un tiempo determinado y con un número de repeticiones que podrían poner al límite a nuestro organismo con consecuencias indeseables, además de las típicas lesiones. Por eso, el coordinador del grupo de trabajo de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Luis Serratosa, considera que en los gimnasios donde se practica, los llamados boxes, “debería exigirse un reconocimiento médico mínimo”. El también jefe de servicio de Rehabilitación y Medicina del Deporte del Hospital Quirónsalud Madrid detalla en esta entrevista quiénes deberían hacer ejercicios de menos intensidad y qué precauciones tomar.

¿Qué riesgos comporta el crossfit?

El principal problema del crossfit es que cuando se practica con escaso control, sin tener en cuenta las condiciones particulares de cada deportista, los problemas son traumatológicos, de lesiones.

¿Y cardiovasculares?

“Nos resulta difícil hacer una transcripción donde podamos reflejar una intensidad máxima límite por el ejercicio que se hace”
En las estadísticas no aparecen casos de muerte súbita por practicar crossfit, porque lo normal es que se muestren de deportes con más practicantes e historia. Y casos ha habido muy pocos. Pero el crossfit no tiene un efecto especialmente perjudicial en relación con la muerte súbita que el que registran otros deportes de alta exigencia en cuanto al componente aeróbico (cardio) y de fuerza. Es más probable que pase en sujetos con una cardiopatía con riesgo de sufrir una arritmia maligna, que es lo que antecede a una parada cardiaca. No es que suponga un riesgo para gente sana, para nada.

¿Qué más consecuencias tiene para el corazón esta práctica?

En el caso de miocardiopatías (que afectan al músculo cardiaco), la alta intensidad aceleraría el deterioro y progresión de la enfermedad, por lo que debemos indicar deportes de menos intensidad. Y para los que tienen un problema valvular (insuficiencia o estenosis valvular), les recomendamos que realicen deportes de menos intensidad y que requieran un menor componente de fuerza.

Entonces, ¿hacer crossfit a una menor intensidad o mejor no hacerlo?

En deportes donde se puede controlar más la intensidad (carrera, natación…) es más sencillo. Pero en este caso es complicado. No es tan fácil controlar la intensidad del ejercicio de fuerza ni la intensidad de la exigencia aeróbica, porque en general son esfuerzos más intensos y repetidos, pero más cortos. Nos resulta difícil hacer una transcripción donde podamos reflejar una intensidad máxima límite por el ejercicio que se hace. Se puede hacer un mayor descanso, que los esfuerzos sean con menos peso…

Y en cuanto a pulsaciones, ¿cuál sería el máximo apropiado?

“El box debería disponer de los medios necesarios para atender un evento cardiaco grave de forma adecuada, inmediata y efectiva”
En una persona sana el máximo debe ser aquel que le permita hacer desde el principio la progresión apropiada en la intensidad del ejercicio. Debe ir de forma gradual, para que la adaptación sea la adecuada tanto desde el punto de vista musculoesquelético como cardiaco. Y si se tiene algún problema cardiaco, es probable que ahí sí fijemos una intensidad límite. Generalmente, no debe superar el 85 % de la frecuencia cardiaca máxima o el 50-60 % del peso máximo que puede levantar en una repetición. Lo tendrá que decidir el especialista en relación con cada problema.

¿Cómo ve la labor del coach?

Controla el entrenamiento, por lo que lo deseable es que sea una persona con suficiente formación y conocimientos y que, en cuanto detecte algún síntoma anormal, le diga a su cliente que se haga un reconocimiento médico. Esto sería conveniente hacerlo antes, pero normalmente se hace demasiado poco.

No se exige.

Como pasa en la mayoría de los deportes. Como no existe una normativa… Pero en los gimnasios debería exigirse que se haga un reconocimiento médico mínimo. Además, se debería disponer, como en cualquier instalación deportiva, de los medios necesarios por si en algún momento hay que atender un evento cardiaco grave de forma adecuada, inmediata y efectiva, como personal formado en reanimación cardiopulmonar y un desfibrilador.

¿Qué pruebas incluye el reconocimiento médico?

Lo importante es que lo haga un especialista que tenga la suficiente formación y experiencia en reconocimientos médicos en deportistas. Todos los organismos de España y otros países recomiendan que, como mínimo, se haga una historia clínica que recoja si ha habido antecedentes familiares de individuos que hayan tenido alguna enfermedad cardiaca hereditaria o que hayan tenido una muerte súbita; una exploración física en la que se busquen aquellos síntomas de alarma, como puede ser algún soplo anormal u otras alteraciones que nos puedan indicar que detrás puede haber una cardiopatía; y un electrocardiograma en reposo. Si son normales, no hace falta ninguna otra prueba adicional. Si en alguna de ellas encontramos hay algo anormal, necesitaremos hacer otro ecocardiograma o una prueba de esfuerzo.

¿Y con eso ya se puede entrenar?

Si todo es normal, es una persona joven y no ha tenido problemas ni síntomas, ni antecedentes familiares, en general no es necesario hacer ninguna prueba. Con más de 35 años, fumador, con colesterol alto, con antecedente familiar de problemas coronarios, habrá que hacer las adicionales que he comentado.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube