Muchas personas pueden pensar que acercarse a la economía en estos momentos invita a utilizar un escudo y pertrecharse ante las malas noticias. Pero no todo es negativo. Pese a las dudas que refleja la economía europea, y en particular la española, un elevado número de países disfrutan de un buen estado de salud. Es el caso de los países emergentes, como China, Brasil o México. Numerosos gestores coinciden en afirmar que sus Bolsas están baratas, sobre todo en comparación con los mercados de los países desarrollados. En España, se comercializan fondos de inversión, de pensiones y ETF referenciados a estos mercados, con costes competitivos y con menos riesgo que la exposición directa a sus Bolsas. En todos los casos, la mejor forma de empaparse de su potencial es invertir en fondos de renta variable. No obstante, los fondos de renta fija emergente también están al alcance del inversor. Son, en cualquier caso, productos solo adecuados para inversores agresivos.
Invertir en renta fija emergente
La renta variable emergente, en principio, cuenta con perspectivas de revalorización más amplias que la renta fija. Por ello, puede ser más interesante para el inversor agresivo. No obstante, el mercado también acoge un buen número de fondos de inversión de renta fija emergente global, con ganancias interesantes, de un 5% este año, y perspectivas positivas.
Invertir en renta fija de países emergentes es una opción de riesgo, pero con buenas perspectivas para este ejercicio
Este tipo de productos (disponibles desde inversiones mínimas de 10 o 100 euros) invierten en deuda pública de países emergentes (como China o Brasil) y en deuda corporativa de las principales empresas de estos mercados. Son una opción de riesgo, pero según los expertos, con buenas perspectivas para este ejercicio.
La opción de invertir a través de ETF
Además de los fondos de inversión tradicionales, el inversor particular puede invertir en mercados emergentes a través de ETF, fondos cotizados cuyo funcionamiento y gastos son equivalentes a los de las acciones. Estos productos son adecuados para los inversores más cortoplacistas o dinámicos, con capacidad de reacción para hacer y deshacer posiciones con rapidez y agilidad.
En la Bolsa española se comercializan algunos como db x-trackers FTSE China (de Deutsche Bank), Lyxor Brasil, Lyxor China, db x-trackers MSCI América Latina o Lyxor ETF Emerging Markets.
Planes de pensiones para aventureros
Los planes de pensiones expuestos a emergentes solo convienen a inversores jóvenes
En cuestión de planes de pensiones, también es posible lograr exposición a emergentes. Algunos gestores opinan que es en los plazos largos donde más se puede ganar con esta apuesta. En el mercado español se comercializan productos como el Banif Emergente, Cajasol RV Global Emergentes, Ibercaja Pensión Emergentes, Plan Global Emergente o Plancaixa Privada Bolsa Emergente. De forma mayoritaria, invierten en renta variable de países emergentes de manera global.
Estos vehículos solo son adecuados para inversores de planes de pensiones jóvenes, a quienes les quede todavía mucho tiempo para jubilarse.
Suscribir un producto especializado en mercados emergentes
Antes de contratar un ETF o un fondo de inversión de renta variable o fija emergente, el inversor particular deberá rellenar un cuestionario que le solicitará su entidad financiera o intermediaria para comprobar su tolerancia al riesgo.
Es una exigencia derivada de la puesta en marcha de la normativa europea Mifid, en vigor desde el año 2007. Solo si el resultado determina que es un inversor de perfil agresivo podrá optar a este tipo de productos. Por lo general, los mejores productos están gestionados por entidades internacionales, pero se pueden suscribir a través de los bancos españoles.
Los ofrecen las entidades que aplican el concepto de «arquitectura abierta», que comercializan fondos de terceras entidades y no solo los correspondientes a la marca de la casa. Santander, BBVA, Caixabank o Bankia aplican esta filosofía comercial. A estos fondos se puede acceder con inversiones mínimas de 6, 10 o 100 euros, según los tipos.
Pese a las buenas perspectivas, el inversor no debe olvidar que la apuesta por emergentes conlleva fuertes riesgos. La inestabilidad política y, sobre todo, la inseguridad jurídica (algunos gobiernos pueden determinar leyes perjudiciales para el inversor sobre la nacionalización de determinados sectores) generan incertidumbre. Además, aunque las perspectivas vislumbran continuidad en el crecimiento, algunas economías emergentes funcionan ya a su máxima capacidad y hay riesgo de que exploten algunas burbujas, como la burbuja inmobiliaria en China.
En 2011, algunos gobiernos reaccionaron a la incipiente presión inflacionista con subida de tipos de interés, como China, Brasil e India, las tres mayores economías emergentes por PIB. Además, la crisis les salpica en cierta medida. Algunos mercados emergentes han tenido que reemplazar unas menores exportaciones (debidas a la caída del consumo de los países desarrollados) por un mayor consumo interno.