Un televisor en la cocina es una compañía adicional para quien trabaja en esa estancia y hasta puede resultar un incentivo para que otros miembros de la casa se acerquen por allí. Antes de colocarlo, se debe evaluar si existe espacio suficiente y luego cuidar que el aparato no quede expuesto a fuentes de calor ni de humedad. Este artículo analiza las ventajas de tener un televisor extra en la cocina, en qué parte conviene ubicarlo y cómo colgarlo en la pared.
Un televisor extra en la cocina
En los últimos años, el desarrollo tecnológico en el mundo de los televisores ha provocado una renovación de aparatos que ha quitado del salón muchos televisores que todavía gozaban de buen funcionamiento. Esta puede ser una buena oportunidad para colocar un televisor extra en algún lugar de la casa. La cocina -siempre que las dimensiones lo permitan- es una buena opción. Aunque, si se desea tener una tele en la cocina, no es indispensable la excusa de tener un aparato de más.
Una tele en la cocina permite seguir las recetas de los programas de gastronomía mientras se preparan los alimentos
La cocina es un espacio en el que muchas personas pasan gran parte de sus días, en muchos casos en soledad. Por eso, así como no es recomendable que el televisor esté encendido durante la comida o la cena familiar, sí puede venir bien y convertirse en una compañía cuando se permanece sin nadie alrededor. Por otra parte, la presencia de un televisor puede acercar a la cocina a otros miembros del hogar, aunque no desarrollen ninguna tarea. Es decir, la «compañía» generada por la tele puede ser no solo virtual sino también real. Y una razón más: la mayoría de los programas o secciones de televisión dedicadas a la gastronomía se emiten a la hora de preparar los alimentos. Con el receptor en la cocina, es posible seguir las recetas e instrucciones en tiempo real.
De todas maneras, hay cuestiones que dependen de cada persona. Para alguien con tendencia a distraerse con facilidad, la presencia de un televisor en la cocina quizá signifique más problemas que beneficios. En este sentido, cada caso es distinto y corresponderá a esa persona tomar la decisión que considere más apropiada.
En qué parte de la cocina ubicar el televisor
Un factor fundamental que se debe tener en cuenta es si, más allá de los deseos de tener una tele en la cocina, las posibilidades materiales lo permiten; sobre todo, si hay espacio suficiente. En cocinas amplias no hay inconveniente, pero en las de dimensiones reducidas, colocar un aparato a menudo resulta inviable.
El televisor puede ubicarse en cualquier parte de la estancia, siempre que cumpla con un requisito esencial: que se mantenga alejado de fuentes de calor y a salvo de salpicaduras, tanto de agua como de aceite u otros líquidos.
Un recurso muy apropiado es el de un mueble que oculte el televisor cuando no se usa. De esta manera, queda un poco más protegido de la suciedad y la humedad que se genera muchas veces al cocinar.
Los soportes de pared son otra herramienta idónea para instalar el televisor en la cocina, sobre todo en las de pequeñas dimensiones. Estas piezas lo mantienen protegido de posibles salpicaduras y alejado de fuentes de calor. Si se trata de un soporte con brazos articulados, estos permiten orientarlo según el área donde se desarrolle la actividad. Estas estructuras se instalan con tacos y tornillos empotrados a la pared.
El diseño y sus dimensiones dependerán del tipo y tamaño del televisor. Existen, además, modelos con espacios adicionales para sostener un reproductor de DVD u otro aparato similar.