La crisis ha afectado de manera especial a los trabajadores autónomos, cuya liquidez es, en innumerables ocasiones, insuficiente para poder hacer frente a sus necesidades. Para tratar de paliar esta situación, las entidades financieras brindan soluciones de diversa índole, que se detallan a continuación. Así, hay desde cuentas de crédito, hasta anticipos o cuentas para negocios, sin que falten otras líneas de financiación más específicas que sirven para la adquisición o renovación de vehículos, muy necesarios para el ejercicio de ciertas actividades profesionales.
Solventar problemas de liquidez de los autónomos
Uno de los problemas más urgentes a los que se enfrentan los trabajadores autónomos y personas que tienen un pequeño negocio es solventar los problemas de liquidez de sus cuentas. Muchas veces necesitan hacer pagos urgentes a sus proveedores, para desarrollar su negocio en los cauces previstos, o tan solo para atender sus deberes fiscales o con los propios trabajadores.
La disposición de estas cantidades puede ser el punto de inflexión para no tener que cerrar su negocio o actividad profesional. Por ello, buscan en los bancos y cajas de ahorro una solución a estos problemas que se concretan en la financiación a corto plazo, la más importante para estos colectivos profesionales.
Los plazos de amortización de las propuestas de financiación para los autónomos oscilan entre uno y ocho años, según el producto contratado, y dotan a los solicitantes con hasta 600.000 euros
Las propuestas de las entidades financieras para prestar capital a los profesionales autónomos son de diversa índole, desde las más habituales (cuentas de crédito, que están en casi todas las ofertas de los bancos), a los anticipos de créditos o cuentas para los negocios, sin que falten otras líneas más específicas que sirven para la adquisición o renovación de vehículos, tan necesarios para miles de estos pequeños empresarios.
Los plazos de amortización de las propuestas oscilan entre uno y ocho años, en función del producto contratado, y dotan a los solicitantes con hasta 600.000 euros como máximo. De este modo, consiguen dotarles de liquidez, y lograr que los impagos no representen un problema añadido a los derivados de su propia actividad. Otra aportación de esta oferta bancaria es que, a veces, brindan una mayor flexibilidad para adaptarse a sus pagos, que los autónomos pueden elegir entre un tipo de interés fijo o variable.
Aunque no son la panacea, al menos permiten tapar algún agujero de un negocio, realizar los pagos a Hacienda o afrontar los gastos imprevistos que conlleva cualquier actividad empresarial.
Desde cuentas a anticipos de crédito
Bankia ofrece la Cuenta de Crédito para los trabajadores por cuenta propia o profesionales que necesiten financiar el activo circulante de su empresa, y así disponer del dinero que deseen en el momento y al mínimo coste. Este producto financiero a corto plazo permite la disposición gradual de las cantidades necesarias y que los titulares abonen intereses por la cuantía prestada en función del tiempo de disposición. Una de sus ventajas es que se puede contar con el capital según las necesidades de la empresa, disfrutando de una línea de financiación permanente. Con esta cuenta de crédito se podrán financiar: los desfases de liquidez, con disparidad entre plazos de cobro y pago; la compra o reparación de vehículos y otros elementos de transporte; los abonos a la Hacienda Pública, la Seguridad Social u otras entidades oficiales; y la adquisición de valores mobiliarios y pagos de otros impuestos, entre otras finalidades. Tiene un plazo de amortización de hasta 12 meses, y es renovable.
Aunque no son la panacea, estos sistemas de financiación para autónomos permiten tapar algún agujero de un negocio, realizar los pagos a Hacienda o afrontar los gastos imprevistos
Caja Laboral apunta a este mismo producto como solución para buscar la liquidez entre los miembros de este segmento profesional. En esta ocasión lo plasma en la Cuenta de Crédito Profesional, un saldo que se pone a disposición de los solicitantes para que lo utilicen cuando quieran, según se necesite en épocas de pagos, o reposiciones en momentos de mayores cobros en su negocio. Sus aportaciones son varias. Entre ellas destaca que sirve de colchón en casos de emergencia y que permite hacer amortizaciones cuando se quiera por el importe deseado, y reducir así el pago de intereses. La liquidación de intereses es trimestral, y hay un límite de crédito anual con posibilidad de renovarlo por periodos de un año, en función de las necesidades anuales de tesorería.
Caja España-Duero incorpora en su actual oferta otro producto de similares características. Su Cuenta de Crédito deja disponer de una cantidad de dinero con anticipación, con un límite y plazo determinado y en la que solo se pagarán intereses por las cantidades dispuestas. Admite todo tipo de domiciliaciones y permite pagos a terceros mediante talonario de cheques, entre otras prestaciones que aporta a sus solicitantes.
Kutxabank tiene la Anticipación de Créditos, un contrato que posibilita a un cliente obtener recursos monetarios mediante el anticipo de sus derechos de cobro no vencidos, y hasta un límite máximo concertado a través de soporte electrónico. Mediante este producto, el autónomo transforma su cartera de clientes (derechos de cobro no vencidos) en tesorería, pagando los intereses correspondientes según el tiempo de vencimiento. Tiene un plazo de un año y es renovable.
El Banco Santander se decanta por ofrecer a sus clientes más emprendedores la Credicuenta Negocios, destinada para atender necesidades de efectivo para compra de mercancías, pagos extraordinarios, desfases de tesorería, etc. Consiste en una cuenta de crédito que paga intereses por los saldos acreedores y permite la domiciliación de recibos. Se puede acceder a un importe de hasta 600.000 euros, a un plazo de un año revocable anualmente hasta tres. El tipo de interés es fijo, con liquidación trimestral de intereses y amortización al vencimiento.
Unicaja, por último, ha elaborado un producto más específico. Es el Crédito Motor, destinado para financiar un vehículo nuevo o de segunda mano. El importe máximo que se puede solicitar es de 30.000 euros, para devolver en cuotas mensuales a un plazo máximo de ocho años, con libre elección entre tipo fijo o variable (referenciado al euríbor).
La mayoría de bancos y cajas de ahorro tiene una amplia gama de productos para la financiación de pequeñas y medianas empresas:
Créditos y préstamos: ofrecen vías de financiación, en algunos casos con mejores tipos de interés.
Multidivisa: los clientes emprendedores pueden aprovecharse también de las pólizas de crédito en las que pueden operar en diferentes divisas como fórmula para mejorar las condiciones de contratación.
Descuento: se puede anticipar los créditos y, de esta manera, los titulares del producto seleccionan el momento en que desean que les abonen sus cobros.
Confirming: es la alternativa que ofrecen las entidades financieras para que sus clientes puedan cobrar sus facturas con anterioridad a su vencimiento.
Anticipo de facturas: es la opción que tienen de realizar de forma más adecuada la gestión de sus cobros.
Multilínea: también se pueden agrupar en una sola herramienta todas las necesidades de financiación que tienen estos profesionales.
Leasing: es la fórmula que permite adaptar mejor los pagos a las posibilidades de su empresa.
Renting: para conseguir unas condiciones preferentes en el alquiler de vehículos, puede sustituir a otros productos más específicos para la compra de estos bienes materiales.