Aún quedan depósitos que rinden un 3%, aunque los caminos para conseguirlos son diversos. Están confeccionados con todo tipo de tácticas comerciales, desde las ofertas puntuales para nuevos clientes, a los depósitos crecientes para negociar de forma directa con el banco. A continuación, en el siguiente artículo, se señalan diversas estrategias para obtener que el capital depositado en el banco rinda más.
Conseguir rentabilidad por encima de la media
La guerra de los bancos por captar los ahorros de los clientes, si bien no llega a los niveles de hace varios años cuando proporcionaban unos intereses muy atractivos, brinda aún oportunidades para obtener rentabilidad por encima de la media, ya que hay tipos de interés de hasta el 3%.
Los caminos para obtenerlos son diversos y responden a distintas estrategias comerciales. Hay ofertas puntuales, crecientes, para nuevos clientes que contraten depósitos, aunque su interés máximo es válido por un tiempo limitado. También se puede negociar con el banco, una de las maniobras más efectivas para conseguir más rentabilidad. Si bien no se anuncia de manera pública, se puede visitar la sucursal bancaria y enterarse de las ofertas existentes. Muchos de ellos están destinados a clientes preferentes.
Muchos de estos depósitos al 3% contemplan un mínimo de contratación superior a 50.000 euros
De cualquier modo, si por algo se caracteriza esta clase de imposiciones a plazo es porque requieren de un mayor esfuerzo económico para contratarlas, ya que muchas contemplan un mínimo de contratación superior a 50.000 euros. Los periodos de permanencia, por otro lado, no son demasiados elevados y se pueden depositar los ahorros para un tiempo máximo de entre 12 y 15 meses. Aunque, por lo general, no se exige ningún cumplimiento especial, es más que aconsejable analizar todos los depósitos de alta rentabilidad, ya que en ciertos modelos es obligatoria una vinculación con la entidad para acceder a la rentabilidad máxima.
Superar estos márgenes de rentabilidad es una misión imposible para los usuarios bancarios, y si desean más, deberán asociar los depósitos a un activo financiero, sobre todo de la renta variable. Lo malo de esta estrategia es que el riesgo es mucho mayor en estos casos que en el resto de modelos apuntados.
Depósitos negociables, crecientes…
La mejor manera de optar a un tipo de interés del 3% es acudir a los depósitos crecientes y vinculados, pero también negociando de manera directa con el banco para que las condiciones sean mejores a la media que proponen estos productos, establecida entre el 1,5% y el 2%. La actual oferta bancaria plantea todas estas modalidades bajo diseños diferentes entre sí.
El Banco Espírito Santo cuenta con el Depósito Cristiano Ronaldo al 3% T.A.E., para un plazo de permanencia de 12 meses y que cuenta con un importe mínimo de contratación de 50.000 euros.
El depósito Platino Plus de Caixa Geral a 12 meses ofrece la misma rentabilidad para un depósito mínimo más asequible, de 12.000 euros. Es un diseño de ahorro destinado para nuevos clientes o para nuevas aportaciones que funciona como un modelo tradicional.
Para un plazo de tiempo mayor está el Depósito Renovación de Activobank, sin límite en sus imposiciones. En este caso, la rentabilidad depende de las vinculaciones que se puedan tener, y si se combina con la contratación de un fondo, se consigue el 3%.
El Depósito Bankia a 25 meses iguala el tipo de interés de las anteriores propuestas, aunque para aportaciones más exigentes, desde 50.000 euros.
Otro modelo de ahorro que puede llegar a estos niveles de rentabilidad en estos momentos es el Depósito Liberbank a 13 meses, para una imposición mínima a partir de 25.000 euros y que está confeccionado en exclusiva para dinero nuevo.
Una alternativa, si se desea mejorar las condiciones, pasa por contratar el Depósito Caja 3, a 11 meses, por el cual los titulares pueden percibir el 3% T.A.E., para importes desde 50.000 euros. En caso de cancelación anticipada, el tipo de interés aplicado será del 1% nominal.
Algunos modelos ofrecen llegar a estos niveles de rentabilidad, pero si se asocian con otros productos bancarios
Otros modelos bancarios ofrecen llegar a estos niveles de rentabilidad, pero siempre que se asocien con otros productos bancarios. Es el caso del Depósito Tandem, de CatalunyaCaixa. A seis meses, genera un tipo de interés del 3%, aunque para ello exige la contratación de otros productos con la entidad. Resulta muy accesible ya que se puede suscribir a partir de 1.000 euros, con liquidación de intereses de forma trimestral.
La siguiente táctica para igualar estas rentabilidades consiste en seleccionar imposiciones crecientes, en las que se consigue un tipo de interés más atractivo, pero válido solo para un periodo de tiempo muy limitado, de unos cuantos meses. Es el caso del Depósito Libre a 15 meses, de Novagalicia Banco, que eleva de manera progresiva su rentabilidad hasta alcanzar al 3,5% nominal anual durante el último trimestre.
Una de las mejores estrategias para obtener una buena remuneración a través de un depósito a plazo es negociarlo de forma directa con el banco o caja, desde la misma sucursal.
Una negociación directa y franca con el banco puede conseguir elevar en unas décimas los intereses que generan estos productos de ahorro.
El conocimiento del cliente es un puntal fundamental en la negociación. Desde la entidad conocen sus necesidades e historial como cliente, y pueden recompensarle si las aportaciones son más exigentes.
Es el canal de contratación más adecuado para los clientes preferentes, que dispondrán de mayores herramientas para mejorar sus condiciones.
Se puede negociar no solo los intereses que proporcionan las imposiciones, sino también los plazos de permanencia, o incluso las penalizaciones que hubiese por su cancelación anticipada.
A los buenos clientes será más sencillo que les proporcionen estas propuestas especiales para mejorar su patrimonio.