El desconocimiento y la falta de buena información sobre la alimentación y las dietas parecen agudizarse cuando se trata de dar consejos nutricionales en patologías concretas. Es el caso de los consejos que reciben, en ocasiones, los pacientes con algún tipo de diabetes. Así, no es extraño que una mujer con diabetes gestacional escuche que debe eliminar los carbohidratos complejos, cuando las revisiones serias no lo justifican. Y tampoco es extraño que la población crea que las personas con diabetes no pueden tomar frutas, unos alimentos muy saludables con sólidas pruebas que acreditan su papel para prevenir enfermedades crónicas. El presente artículo explica cuáles son los distintos tipos de diabetes y cuál debe ser el papel de la fruta fresca y los zumos en la dieta de quienes presentan esta enfermedad.
Distintos tipos de diabetes
En la diabetes existen problemas para que nuestro organismo aproveche los carbohidratos contenidos en los alimentos. Si estos problemas aparecen en la niñez, suele tratarse de la denominada diabetes tipo 1, que representa 1 de cada 20 casos de diabetes, y que requiere la utilización de insulina para mantener estables los niveles de glucosa en sangre (glucemia). La diabetes tipo 2, sin embargo, tiende a presentarse en la edad adulta, no siempre precisa de fármacos para regular la glucemia y, además, es muy prevenible: datos publicados en la edición de febrero de 2006 de la revista Public Health Nutrition sugieren que hasta el 90% de los casos de diabetes tipo 2 podrían prevenirse gracias a un buen estilo de vida. También es muy prevenible la diabetes que padecen algunas embarazadas, denominada «diabetes gestacional«, según reveló una investigación aparecida en septiembre de 2014 en British Medical Journal.
Fruta en pacientes con diabetes
Dado que la fruta tiene carbohidratos (unos 15 gramos por ración), hay quien considera que las personas con diabetes deben evitar consumirla. Sin embargo, tanto los expertos en diabetes como las entidades sanitarias reputadas no dudan en proponer el consumo habitual de fruta fresca en cualquier paciente con esta enfermedad. Si bien es preciso que estos pacientes conozcan el porcentaje aproximado de carbohidratos en estos alimentos (sobre todo si controlan su glucemia con insulina), eso no significa que la fruta esté desaconsejada para ellos. En realidad, sucede justo lo contrario: como el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares es más elevado en individuos con diabetes, la ingesta de fruta resulta muy recomendable. Puede tener efectos beneficiosos sobre los niveles de colesterol y sobre otros factores de riesgo cardiovascular, como la tensión arterial.
A modo de ejemplo, un seguimiento de 10.449 europeos con diabetes durante nueve años, publicado en la revista Journal of Nutrition en abril de 2008, constató que una mayor ingesta de hortalizas, legumbres y fruta se asocia con una reducción en el riesgo de mortalidad por cualquier causa. No extraña, por tanto, que el Ministerio de Sanidad español proponga a los pacientes con diabetes tipo 1 un menú en el que hallamos tres piezas de fruta fresca, como podemos comprobar en su documento ‘Guía de Práctica Clínica sobre Diabetes Mellitus Tipo 1‘ (2012). Un consejo que se puede aplicar totalmente a la diabetes tipo 2.
De hecho, según detalló en 2013 la Asociación Americana de Diabetes (AAD) en la revista Diabetes Care, uno de los componentes clave en el manejo de esta enfermedad es una alimentación saludable, entendida como aquella en la que abundan los alimentos de origen vegetal poco procesados (es el caso de la fruta fresca). La AAD también señala que «debe aconsejarse [a las personas con diabetes] que ingieran carbohidratos a partir de hortalizas, frutas, cereales integrales, legumbres y productos lácteos, en vez de consumirlos a partir de otras fuentes, especialmente aquellas a las que se ha añadido grasas, azúcares o sal», dado que ello permitirá «mejorar la ingesta global de nutrientes».
También insiste en que «no hay razones para recomendar a las personas con diabetes que eviten la fructosa que existe de forma natural en las frutas?. Lo mismo opina el Ministerio de Sanidad Español, que señala que frutas y hortalizas «son alimentos sanos que proporcionan cantidades pequeñas de fructosa en una dieta habitual», por lo que no aconseja disminuir su ingesta, según leemos en el documento antes citado, y disponible en este enlace.
Como se puede observar, el consejo de basar la alimentación en alimentos vegetales poco procesados es válido en personas con diabetes. En ocasiones, se compara el efecto que producen sobre la glucemia los azúcares presentes en la fruta fresca con el efecto que ejerce el azúcar de mesa. Lo cierto es que, para la AAD, el azúcar de la fruta (fructosa libre) puede generar un mejor control de la glucemia si se compara con el que se observa al tomar la misma cantidad de calorías a partir de otros azúcares.
Una ingesta insuficiente de fruta
Por desgracia, los estudios revelan que las personas con diabetes no cubren las recomendaciones de ingesta de fruta. Su consumo de estos saludables alimentos no es muy distinto al observado en el resto de la población. En ocasiones es incluso inferior. Según la encuesta ENIDE, los españoles tomamos menos del 3% de las calorías a partir de fruta fresca, una cifra muy mejorable. A la vista de esta situación, no extraña que se alcen voces acreditadas que hacen énfasis en la importancia de aconsejar a las personas con diabetes que incrementen su consumo de fruta fresca, además de otros alimentos saludables, como verduras, legumbres, frutos secos o cereales integrales poco procesados. Las entidades de referencia en diabetes enfatizan la importancia de que todo individuo con diabetes consuma una dieta rica en alimentos vegetales poco procesados, sin excluir en absoluto a la fruta fresca.
Por ello, entre otros motivos, es importante el asesoramiento nutricional en estos pacientes, que debe contar con el apoyo de dietistas-nutricionistas y basarse en un plan alimenticio saludable e individualizado. Ello permitirá controlar la glucemia, la presión arterial, los lípidos sanguíneos, el peso corporal y otras posibles complicaciones. El patrón dietético integrará el estilo de vida, la cultura y las creencias del paciente.
Bebidas azucaradas, zumos de fruta y diabetes
Como se ha detallado, no se desaconseja el consumo de fruta en personas con diabetes, sino que se promueve. Nadie duda, sin embargo, en desaconsejar categóricamente el consumo de bebidas azucaradas en pacientes con diabetes. La AAD, por ejemplo, recomienda «evitarlas».
En cuanto a los zumos de fruta, aunque no se aconseja evitarlos, sí es preciso saber que su efecto sobre el control de la diabetes, una vez instaurada, no es el mismo que el que ejerce el consumo de fruta fresca. Tal como se detalla en este artículo de EROSKI CONSUMER no es conveniente tomar a menudo zumos de fruta, aunque sean caseros, ya que ello puede suponer asumir diversos riesgos para la salud a largo plazo, sobre todo en niños. Este consejo es más importante en personas con diabetes, dado que el zumo de fruta puede tener efectos negativos sobre el control de la glucemia. Los zumos de fruta, aunque sean caseros, no son una alternativa saludable a la fruta fresca.