En los gimnasios infantiles los bebés no levantan pesas ni practican “spinning”. Los también llamados centros de actividad física están preparados para que los niños realicen juegos que estimulen su desarrollo, con el fin de que adquieran hábitos de ocio activo. En estas instalaciones, como se explica a continuación, se practican ejercicios que desarrollan sus habilidades y técnicas de coordinación y se trabaja para prevenir la obesidad infantil.
Ejercicios para desarrollar habilidades en el bebé
No es solo cosa de adultos. También hay gimnasios para niños, incluso para bebés. Por supuesto, no hay que pensar en un gimnasio como el de los adultos, ni en que los pequeños vayan a levantar pesas en sus salas. Es, en realidad, un lugar donde los menores, divididos en grupos según su edad, realizan distintas actividades físicas que estimulan su desarrollo muscular y sus habilidades motrices, mientras que a la vez previenen el sobrepeso y la obesidad.
Los niños perciben las actividades como juegos con los que desarrollan sus habilidades motoras
Estas actividades están pensadas para bebés a partir de las seis semanas de vida. Como es natural, los niños las perciben como juegos, pero es una manera de mejorar las habilidades motoras, el equilibrio y la coordinación y, además, de que desde muy pequeños adquieran hábitos de juego y ocio activo, algo fundamental en una época en la que todo parece estar organizado para que los niños (y adultos) pasen casi todo el día sentados frente a la televisión, la consola de videojuegos o el ordenador.
«Estudios recientes han demostrado que muchas de las habilidades motoras se desarrollan antes de que el niño cumpla los ocho años», señala Isabel Yanguas, una de las responsables del gimnasio infantil My Gym, en Madrid. Yanguas compara el aprendizaje deportivo con el estudio de un idioma: «Cuanto antes empieces a practicarlo, mejor».
Colocar bocabajo a los bebés de dos y tres meses, durante unos minutos al día, puede lograr que los pequeños fortalezcan algunos músculos. «Es algo muy simple, pero hoy todos los bebés duermen bocarriba y no fortalecen los músculos del cuello y de la espalda. Eso retarda el gateo», apunta Yanguas.
Técnicas de coordinación, no de fuerza
Los gimnasios infantiles cuentan con monitores que guían la actividad del pequeño
Estos gimnasios o centros de actividad física infantiles incluyen, en general, equipamientos con los que los niños pueden disfrutar, como parques de bolas, tirolinas, barras para que se cuelguen de ellas y toboganes. Lo interesante es que los niños no hacen lo que quieren o lo que sus padres les indican, sino que hay instructores que señalan las actividades a realizar y la manera en que se deben hacer.
Todas las actividades de los gimnasios infantiles se centran en el trabajo de movimiento y coordinación, no en trabajos de fuerza. Santiago Fiorini, con formación en educación física, puntualiza que los «ejercicios de fuerza solo convienen a partir de los 13 años, en la pubertad». Es decir, cuando la infancia ha quedado atrás.
En cualquier caso, Fiorini asegura que también se usan técnicas que provienen de la halterofilia (el levantamiento de pesas) para trabajar la coordinación en niños. El ejemplo más típico es el de «ejercicios que consisten en levantar una barra desde el suelo hasta encima de sus cabezas». Aunque aquí solo levantan la barra, sin ningún peso. El objetivo es aprender a coordinar los movimientos.
Uno de los principales objetivos de los gimnasios infantiles es combatir el sobrepeso y la obesidad infantil. Según el estudio Idefics (‘Identificación y prevención de los efectos de la alimentación y del estilo de vida sobre la salud de niños y bebés’), coordinado por la Universidad de Bremen (Alemania), uno de cada cinco niños europeos padece sobrepeso u obesidad. El exceso de kilos tiene mayor incidencia en los países del sur del continente, entre ellos España.
De todos modos, los especialistas en educación física y salud enfatizan que no basta con hacer ejercicio, sino que esta actividad se debe complementar con una vida sana a nivel integral. El informe Idefics lo resume en seis mensajes claves:
1. Estimular el consumo diario de agua en el pequeño y reducir el de bebidas refrescantes que suman azúcares y calorías.
2. Estimular el consumo diario de frutas y verduras.
3. Reducir la cantidad de tiempo dedicado a ver televisión, jugar a los videojuegos o estar ante el ordenador. Esto no solo está relacionado con el sedentarismo que las pantallas generan; según el estudio, los niños que pasan más tiempo ante el televisor se alimentan peor.
4. Procurar que el menor no se estrese. Una clave en este sentido radica en que pase más tiempo con sus padres. Las actividades compartidas entre el pequeño, su madre y su padre contribuyen con su equilibrio emocional.
5. Asegurar un descanso adecuado para el menor: que duerma bien y muchas horas durante la noche y, de ser posible, también la siesta.
6. Y por supuesto, la actividad física diaria, que es la que los gimnasios para niños cultivan y estimulan.