Los depósitos combinados muestran unas variables muy particulares con respecto a otra clase de depósitos, ya que si bien ofrecen unos tipos de interés entre el 3% y 8%, en algunas propuestas solo se consigue al contratar otros productos con la entidad (nómina, seguros, planes de pensiones, etc.). De no ser así, la rentabilidad asegurada baja, de media, en torno a dos puntos porcentuales. Así se explica en este artículo donde también se analizan distintas ofertas de depósitos combinados.
Depósitos con elevada rentabilidad… si hay vinculación
Una de las fórmulas que tienen los depositantes para obtener más rentabilidad rentabilidad es contratar depósitos combinados, que brindan hasta el 8% de rentabilidad en el mejor de los casos. Es una de las estrategias más nítidas para hacer crecer los ahorros en un periodo de permanencia no demasiado largo.
Estos modelos de contratación muestran unas variables muy particulares con respecto a otra clase de depósitos, ya que si bien proporcionan unos tipos de interés entre el 3% y 8%, en algunas propuestas solo se obtiene si se contratan otros productos. De no ser así, la rentabilidad asegurada baja de manera sensible, en torno a dos puntos porcentuales.
Si no hay vinculación con la entidad, la rentabilidad baja en torno a dos puntos porcentuales
Estos depósitos también se distinguen porque son más flexibles a la hora de proceder a su cancelación. Además, no implican tiempos de permanencia largos, pues la mayoría se contratan a 12 meses.
Por otra parte, las aportaciones mínimas son muy asequibles para las economías domésticas, ya que se pueden suscribir por poco dinero.
Pero también conviene conocer que alguna de estas propuestas está destinada en exclusiva a nuevos clientes o aportaciones y que no se permite su renovación.
Traspaso de acciones, fondos o planes de pensiones
Gran parte de las propuestas bancarias parten de modelos de imposiciones que incentivan el traspaso de acciones, fondos de inversión o planes de pensiones como requisitos para elevar la rentabilidad de sus productos.
Así sucede con el Depósito Accionista del Banco Popular, a un año. Genera una remuneración del 8% T.A.E., para aportaciones de uno a 100.000 euros, que se abonan al vencimiento. Este modelo de ahorro se caracteriza porque permite la cancelación anticipada en cualquier momento sin gastos ni comisiones, con el abono de los intereses generados hasta el momento de su cancelación. Brinda un interés tan elevado porque se puede formalizar por el equivalente efectivo del aumento de la cartera de títulos de este banco, como consecuencia de un traspaso de acciones desde la competencia, o por la compra de nuevas acciones hasta un importe máximo de 100.000 euros por cliente.
La misma estrategia comercial se aplica en el Depósito Combinado del Banco Sabadell, también para un plazo de permanencia de 12 meses y para una aportación mínima desde 600 euros. Los intereses, al 6%, se pagan al vencimiento. Esta rentabilidad se aplica al contratar un fondo de inversión, por la que debe aportar y mantener un saldo medio en el fondo del triple de lo asegurado en el depósito.
Otra opción es el Depósito PPA de Activo Bank, también a un año, que proporciona al ahorrador un 5% T.A.E., con liquidación de intereses al trimestre. Se puede contratar este depósito por el mismo importe del plan de pensiones pactado o traspasado a esta entidad.
Contratación de otros productos de la entidad
Otras entidades aplican la mejora de la rentabilidad a cambio de contratar otra serie de productos financieros, una oferta de corte más tradicional.
Es el caso del Depósito BBVA Uno, a 13 meses, que brinda un 4% T.A.E. para importes desde 3.000 euros y se abona al vencimiento. Si el depósito se cancela de manera anticipada durante el periodo inicial de vigencia, se procede a liquidar los intereses devengados al 1,25% nominal anual sobre el importe anulado. Solo se permite la cancelación total. Este producto es para dinero procedente de otras entidades. La rentabilidad base es del 2,75% T.A.E.; para conseguir el 4%, hay que tener en cuenta las siguientes vinculaciones: 0,75% por domiciliar la nómina, 0,25% contratando un seguro y otro 0,25% si se es partícipe de un plan de pensiones.
En esta línea se sitúa también el Depósito Fidelidad de Unicaja, que parte de un 4% de rentabilidad para atraer a los depositantes que hagan aportaciones a partir de 3.000 euros. En caso de solicitar la cancelación de forma anticipada, no se aplicarán los incrementos de tipo de interés por la contratación de productos y se formalizará una comisión por anulación anticipada. El tipo de interés base es del 1% T.A.E., que se incrementa en función de los productos contratados con la entidad.
Los depósitos combinados pueden brindar hasta el 8% de rentabilidad para un plazo de 12 meses
El Depósito Confianza, de Deutsche Bank, para 12 meses, genera un 4% T.A.E. y se puede suscribir desde 3.000 euros. Los intereses se abonan al vencimiento, y aplica una penalización del 3% por el periodo comprendido entre la fecha de cancelación y la de vencimiento del depósito. La rentabilidad base de este producto es del 3% y se puede aumentar con las siguientes vinculaciones: domiciliación de la nómina, contratación de tarjeta de crédito o de seguro…
El Depósito Fidelización, de Caja Vital, llega al 3% para un plazo de 12 meses y puede ser suscrito para importes de 600 a 30.000 euros. Su rentabilidad depende de los productos contratados con la caja.
El Depósito plazo-e que ha lanzado al mercado Kutxa es también para un año y para aportaciones de 3.000 a 10.000 euros. Para conseguir el tipo de interés del 2,25% se han de contratar 6.000 euros en un plan de pensiones.
En muchas de las ofertas de este tipo de imposiciones a plazo combinadas, la rentabilidad puede llegar al 5%, al 6% e incluso al 8%. Pero esta no es la cantidad real que irá a la cuenta corriente del suscriptor. Los intereses se devengarán según el plazo establecido por el emisor y las cantidades devengadas en cada periodo dependen de las condiciones adicionales del depósito.
De esta forma, si los intereses brutos suponen 100 euros, habrá que restarles las correspondientes retenciones del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En este caso serían de 21 euros (aplicando la actual retención fiscal del 21% -salvo en Navarra, que es del 20%-), con lo que los intereses netos bajarían hasta 79 euros, que sería la cantidad neta del devengo.