La rebaja en el precio del dinero por parte de las autoridades monetarias europeas ha propiciado que la rentabilidad de los depósitos esté bajo mínimos, y es difícil detectar imposiciones con una rentabilidad superior al 1,50%. Ante ello, los ahorradores más conservadores apenas tienen alternativas para guardar sus ahorros, aunque, como se explica a continuación, quedan algunos resquicios para obtener un interés en torno al 2%, a través de unas cuentas especiales que dan derecho a la suscripción automática de un depósito. Su principal desventaja, sin embargo, es el escaso intervalo de tiempo en que están remuneradas, entre tres y cuatro meses.
Depósitos más rentables a través de las cuentas
Las entidades bancarias, ante la evidencia de un dinero cada vez más barato, han decidido rebajar la remuneración de sus depósitos. Encontrar rentabilidades atractivas se ha convertido en una tarea casi imposible, aunque aún hay esperanza, a través de unas cuentas especiales que dan derecho a la suscripción automática de un depósito, cuyo rendimiento alcanza el 2%. Sin embargo, después de tres o cuatro meses, los réditos bajan hasta el 0,75% o 1%. Además, en algunas se exige la domiciliación de la nómina o de los principales recibos domésticos.
Algunas cuentas que dan intereses más altos de lo normal exigen domiciliar la nómina o los principales recibos
Al elevar el atractivo de las imposiciones, las cajas y bancos pretenden captar más clientes, como Caja Laboral con su Cuenta Max, que permite abrir un depósito a tres meses que genera una rentabilidad del 2%. No tiene comisiones y hay total disponibilidad. Es una propuesta exclusiva para nuevas aperturas limitadas a 10.000 euros. El abono de intereses se efectúa al vencimiento del depósito, momento a partir del cual el saldo se traspasará a la cuenta y se remunerará al tipo de interés en vigor, en la actualidad al 0,99%. Por otro lado, no existe por parte del cliente la obligación de permanencia tras el vencimiento del periodo inicial.
Otra opción para los clientes bancarios consiste en abrir la Cuenta Naranja de ING Direct. Con el primer ingreso se suscribe de forma automática el Depósito Naranja a tres meses, al 2%. Después, y también de manera instantánea, el capital y los intereses generados pasarán a la cuenta con una rentabilidad regular del 1%.
isantander aplica la misma estrategia comercial a quienes suscriban su iCuenta Ahorro. Por ser clientes nuevos se les permite contratar de forma automática su iDepósito al 2% durante cuatro meses. La cuenta no tiene gastos ni comisiones y también se concibe con total disponibilidad. Una vez finalizado el plazo, los ahorros e intereses seguirán creciendo en la cuenta, pero al 0,65%.
Oficina Directa premia a sus clientes con una remuneración especial en la Cuenta Depósito Más, al 1,20% los cuatro primeros meses. Después, el dinero se traspasa de inmediato a la cuenta, con una rentabilidad hoy en día del 1%.
Con domiciliación de nómina
Para poder brindar intereses más elevados, algunas entidades requieren la domiciliación de la nómina o de las facturas domésticas. De esta manera, Bankinter ha confeccionado un modelo que cumple con estas características, ya que remunera los ahorros registrados en la cuenta hasta el 5% el primer año. Su diseño está comercializado sin comisiones y con la inclusión de tarjetas de crédito gratuitas.
Evo Banco admite otro escenario similar por medio de la Cuenta Inteligente, que basa su oferta en incorporar dos cuentas en una, la primera al 1% TAE desde el primer euro para los gastos del día a día, y la otra, para los ahorros. Esta segunda se remunera al 2%, y los intereses se cobran de forma mensual. Para acceder a este producto bancario, basta con domiciliar la nómina, pensión o desempleo o, si no se dispone de estos ingresos, domiciliar cinco recibos domésticos.
Son numerosos los clientes que se preguntan por qué sus depósitos cuentan con una remuneración tan baja hoy, cuando hace tan solo unos años se podían contratar con un interés al 3% o 4%. La explicación es muy sencilla:
- Por un lado, el Banco de España ha limitado la rentabilidad de las imposiciones, al estimar que las entidades no están en disposición de poner en riesgo sus márgenes comerciales peleando por el pasivo de los clientes a través de unos intereses más competitivos.
Y por otro, está la decisión del Banco Central Europeo de abaratar el precio del dinero, que ha llevado en último grado a una rebaja de los tipos del 0,50% al 0,25%. Esto ha incidido aún más en la bajada de la rentabilidad de estos productos de ahorro, que disminuirían todavía más si se llevasen los intereses hasta el 0%, algo que no es descartable en la actual coyuntura económica.