La oferta de servicios financieros que hay en el mercado es muy amplia. Los bancos y cajas de ahorro brindan al ciudadano diferentes tipos de cuentas, depósitos, préstamos, fondos y planes de pensiones, sobre todo. Todos son, en definitiva, productos bancarios destinados al ahorro, financiación e inversión del dinero. Sin embargo, en ocasiones y como se desarrolla en el siguiente artículo, la contratación de productos que permiten obtener la máxima rentabilidad exige cierta vinculación adicional con la entidad.
Ventajas, pero con condiciones
Numerosas entidades bancarias obligan a la contratación de determinados productos financieros en el momento de abrir cuentas, depósitos o contratar hipotecas. Son productos vinculados como la domiciliación de la nómina o de los recibos del hogar, el plan de pensiones o el seguro de vida. Pretenden así dar al ahorrador más beneficios o un alto interés, a cambio de contratar otro producto como requisito obligatorio.
Para aumentar la rentabilidad no siempre compensa contratar productos adicionales obligatorios
Lo habitual es que la entidad se reserve el derecho de empeorar las condiciones ofertadas al cliente, si este no cumple las condiciones del producto que exige vinculación. Por esta razón, las asociaciones de consumidores aconsejan siempre, antes de firmar, averiguar si compensa contratar productos adicionales para aumentar la rentabilidad o reducir el interés de un préstamo.
1. Cuentas bancarias que exigen vinculación
Los bancos y cajas de ahorro ofrecen a sus clientes un amplio abanico de productos para gestionar el ahorro. El servicio más común es la cuenta bancaria que permite disponer del dinero en todo momento, realizar transferencias y domiciliar recibos. Son cuentas corrientes, cuentas nómina y de ahorro. Algunas de ellas, casi siempre las más rentables, exigen vinculación.
El ahorrador debe apostar por los productos que comprende por completo y comprobar que funcionan tal y como pactó en el contrato
Hay cuentas corrientes que obligan a crear una cuenta de ahorro adicional vinculada a la primera, que obtendrá de esta forma mayor rentabilidad. Estas cuentas obligatorias casi nunca tienen comisiones, pero sí ventajas, como la devolución de un pequeño porcentaje de las compras hechas con la tarjeta de crédito o la retirada gratuita de dinero a débito en todos los cajeros del país.
En ocasiones, abrir este tipo de cuenta implica domiciliar la nómina, varios recibos o tener un volumen de ahorro medio determinado. Es habitual que la banca on line exija una cuenta asociada, que puede ser de una entidad diferente, o realizar unos ingresos mensuales concretos.
En general, si el ciudadano está dispuesto a la domiciliación de los ingresos que obtiene como salario, la cuenta corriente le ofrecerá más intereses, tarjetas gratuitas, cero comisiones, regalos, descuentos en compras, seguros gratuitos y devolución de parte del importe de los principales recibos del hogar, entre otras ventajas.
No obstante, determinadas entidades ofrecen transformar una cuenta corriente en una cuenta nómina, pero exigen unos ingresos mínimos y un tiempo de permanencia para obtener más beneficios. Si se decide no domiciliar la nómina, se deben realizar ingresos mensuales o abrir una cuenta de ahorro para obtener más rentabilidad.
Algunas entidades obligan a domiciliar recibos para obtener la máxima rentabilidad con la cuenta nómina. Eso sí, devuelven después un porcentaje de los importes de los pagos. Además, no tienen comisión de mantenimiento y suelen dar tarjetas, transferencias gratis y regalos en función de los ingresos, así como la posibilidad de obtener préstamos pequeños.
La cuenta ahorro también puede tener vinculación. Ciertos bancos y cajas de ahorro obligan a domiciliar una nómina y recibos y exigen tener una cantidad de ingresos recurrentes como mínimo o incluso instan al cliente a la contratación de un producto de inversión por un importe igual o superior a 30.000 euros, en algunos casos. Entre las principales ventajas, la entidad asigna un gestor personal al ahorrador, devuelve un porcentaje de los recibos domiciliados, realiza avisos gratuitos de las compras hechas con tarjeta y ofrece servicios de asistencia en el hogar.
Las diferentes opciones que ofrecen bancos y cajas de ahorro fuerzan al cliente a que compare y piense en sus necesidades reales antes de elegir un producto en concreto. En Internet hay comparadores de cuentas muy útiles a la hora de estudiar ofertas y elegir la mejor en cada caso.
2. Depósitos con mayor rentabilidad, pero con requisitos
En el caso de los depósitos, las entidades financieras otorgan más beneficios si el cliente se vincula con ellas mediante la domiciliación de nómina y recibos o la contratación de seguros. Las asociaciones de consumidores, también en este caso, aconsejan al ahorrador que realice los números necesarios para comprobar la verdadera rentabilidad del producto antes de contratarlo. Si le obligan a domiciliar el cobro de su salario, deberá valorar el coste de perder la oportunidad de abrir otra cuenta nómina que le ofrezca mejores regalos u otras ventajas.
Algunos depósitos exigen vincular una cuenta asociada. En general, es una cuenta corriente donde el banco coloca los intereses devengados en el plazo que dura el depósito. Estas cuentas no tienen comisiones, pero en la práctica muchas entidades las cobran, a pesar de que el Banco de España insiste en considerar esa acción una mala práctica bancaria. Por ello, conviene preguntar por la aplicación o no de esos porcentajes, ya que pueden reducir de modo considerable el beneficio obtenido y convertir el depósito en un producto poco rentable.
Hay depósitos vinculados que aumentan los beneficios en caso de contratar otros productos adicionales, como pueden ser tarjetas de crédito, un seguro de vida, hogar y salud o aportaciones concretas a un plan de pensiones o fondo de inversión.
3. Condiciones para determinados productos de financiación
Determinadas entidades financieras conceden préstamos personales, siempre y cuando se tenga contratada una cuenta corriente o nómina.
Además, numerosas hipotecas requieren tener productos vinculados como seguros o planes de pensiones, así como domiciliar nómina y recibos.
Las asociaciones de consumidores aconsejan analizar con detenimiento todas las características que ofrece un producto antes de contratarlo. El ahorrador debe apostar por servicios financieros que comprende por completo y comprobar que el producto funciona tal y como pactó en el contrato. En caso de duda, puede acudir al organismo competente: Banco de España, Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones o Comisión Nacional del Mercado de Valores.