Las familias tratan de ahorrar en todos los ámbitos posibles, pero muchas veces no hace falta llegar a un ajuste presupuestario extremo. A través de una labor de prevención en el hogar, los resultados pueden ser muy satisfactorios y es posible lograr ahorrar muchos euros todos los años sin tener que renunciar a ningún servicio. En el siguiente artículo se explican las pautas para conseguirlo, como contratar un seguro para el hogar o velar por el correcto mantenimiento de la casa.
El ahorro, básico para las familias
El ahorro se ha instalado como estrategia principal de las familias españolas para contener sus gastos domésticos y llegar con mejores números en su cuenta corriente a final de mes. Se trata de ahorrar a la hora de llenar la «cesta» de la compra, en las facturas de los servicios domésticos, en pequeños caprichos, etc. Pero muchas veces no hace falta llegar a estas medidas de ajuste presupuestario, ya que a través de una labor de prevención en el hogar, se puede conseguir ahorrar sin tener que prescindir de algunos servicios.
La revisión y mantenimiento frecuente en el hogar ayuda a tener la casa en buenas condiciones y a que no se devalúe, estrategia que generará el ahorro de muchos euros
No es una propuesta descabellada y es una tarea que está al alcance de todos los usuarios. Basta con aplicar un metódico plan para llevar a buen puerto ciertas medidas de prevención en casa. La revisión y mantenimiento frecuente en el hogar ayuda a tenerlo en buenas condiciones y a que no se devalúe, estrategia que generará el ahorro de muchos euros que de otro modo se gastarían en reparaciones.
Qué pautas de prevención en el hogar se pueden seguir
Contratar un seguro para el hogar
Con la suscripción de un seguro de hogar se puede ahorrar todos los años en labores mantenimiento, reparación o renovación de las instalaciones de la vivienda. ¿Quién no ha tenido una avería en el baño o en la cocina o ha sufrido la rotura de los cristales de las ventanas? Rara es la casa que no pasado por estos trances que requieren una reparación inmediata. Y, casi siempre, la factura por el arreglo del desperfecto desequilibra el presupuesto doméstico.
Se puede evitar al contratar una póliza para el hogar en la que se contemplen las coberturas más sensibles para los intereses de los propietarios. No suponen un desembolso excesivo, ya que se pueden suscribir por una tarifa estándar de entre 300 y 500 euros al año, en función de su contenido y del modelo contratado. Pero lo más importante es que, a través de esta estrategia, sus titulares tendrán cubiertos los gastos derivados de cualquier incidencia que se produzca en su casa.
Realizar labores de mantenimiento
No se debe esperar a que una avería o desperfecto aparezca de golpe, pues será ya demasiado tarde. Es cierto que esto puede pasar en cualquier momento y circunstancia, pero si con regularidad se lleva a cabo una tarea de mantenimiento y limpieza de todas las instalaciones del hogar, al menos se retardará la aparición de estos problemas.
Se debe empezar por una limpieza profunda diaria de los baños, lavabos, cocina, grifos, bidés, etc., para que funcionen de manera correcta. Y continuar con otra etapa de limpieza más a fondo, que se podría realizar cada 15 o 20 días, donde ya se revisaría más a conciencia que todo marche bien.
Salvaguardar el mobiliario
Los muebles son muy sensibles a los efectos atmosféricos (polvo, humedad, etc.), pero también a una mala utilización. Se pueden proteger con paños, manteles y otra serie de objetos ornamentales que les ofrezcan protección ante los vaivenes de la vida diaria.
Antes que acudir a tapiceros u otros profesionales, es preferible un cuidado regular de estos elementos domésticos que eviten una pronta sustitución o su reparación.
Reemplazar de manera regular los elementos dañados
Una labor preventiva en conciencia no puede dejar de pasar la eliminación de los aparatos domésticos o utensilios deteriorados o que ya no sirven, y que pueden contaminar otras instalaciones.
La estrategia, en este caso, consiste en cambiar vidrios en ventanas y puertas, sustituir los grifos viejos, quitar los enchufes deteriorados, etc.
Los ordenadores ya se han convertido en una pieza más del mobiliario de las casas, y en muchas hay incluso más de un terminal. Uno de los peligros que conlleva la navegación por Internet son los virus que pueden atacarlos a través de descargas o por visitas a páginas no seguras. ¿Quién no ha pasado alguna vez por esta desagradable situación? La eliminación de estos “bichitos” la tendrá que realizar un técnico que, con casi total seguridad, presentará tras hacer su trabajo una factura no inferior a 50 euros.
Para evitar este problema, hay que tener protegidos estos aparatos a través de un antivirus potente y fiable, que se puede contratar por una tarifa de entre 20 y 40 euros anuales. Esto evitará el “goteo” de euros que se pagarían cada vez que estos virus se instalaran en el ordenador.