Está en la mente de la mayoría de los ciudadanos, tanto de los que tienen como de los que no tienen trabajo: hay que gastar menos porque vienen curvas. Esta filosofía de consumo a la baja se aplicará a pies juntillas en las fiestas navideñas. Así lo indican la mayoría de los análisis realizados. Según la consultora Deloitte, el gasto en Navidad caerá un 4% en España e Italia, mientras en Portugal o Grecia, se prevén retrocesos del 13% y del 16%. Los hábitos de consumo están cambiando, fruto de las novedades que trae la crisis. Pero ¿cómo se puede gastar menos en Navidad? Se expone, en el siguiente artículo, una serie de consejos útiles.
1. Reducción de regalos
Regalar porque sí, por tradición, ha pasado a segundo plano. La crisis ha traído consigo una reducción de las compras de obsequios. Según el último informe de Deloitte, «Hábitos de consumo en Navidad 2012», un 78% de los encuestados prevé comprar regalos para menos gente en este ejercicio. En esta coyuntura, cualquier familiar puede entender que la situación de ahogo por la que pasan muchos ciudadanos justifica la necesidad de contar con el dinero que podía destinarse otros años a tener un detalle.
Para ahorrar se puede optar por la practicidad, los regalos necesarios, y dejar a un lado los caprichos
En el plano empresarial, también se da esta práctica. Numerosas compañías han reducido la entrega de pequeños incentivos a sus empleados en estas fiestas. La venta de las típicas cestas de Navidad da muestra de ello: la facturación de compañías especializadas en su preparación ya cayó en torno al 7% el pasado ejercicio.
Dentro de la familia, ante la reducción de regalos, una solución para que al menos todos los miembros del hogar cuenten con un obsequio puede ser apostar por el popular juego del «amigo invisible», en el que cada persona se encarga de regalar a otra, de modo que todo el mundo concluye con un presente.
2. Obsequios prácticos y hechos a mano
Puestos a regalar, lo mejor es optar por la practicidad, por regalos necesarios. Los caprichos quedan a un lado. Hoy, los obsequios en el seno de miles de familias han pasado de ser lúdicos a imprescindibles. Una práctica socorrida es regalar con comida o ropa a familiares que estén pasando por verdaderos apuros. En estos casos, cobra un mayor sentido este tipo de obsequios por encima de los tradicionales perfumes o corbatas.
El informe de Deloitte adelanta que la intención de los españoles es comprar más regalos útiles este año: un 90% actuará siguiendo esta pauta, frente al 75% que pensaba así en 2011. Además, un 80% de los encuestados prevé comprar más productos de marca blanca, otra forma de ahorro importante. Otra opción es decantarse por los obsequios artesanos, hechos por uno mismo. Desempolvar la habilidad con las manualidades puede ser de gran ayuda para reducir gastos en Navidad.
3. Juguetes artesanos y de calidad
La compra de juguetes representa una de las grandes partidas de gasto en Navidad. Para este año, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes prevé un gasto medio en juguetes por niño de 74 euros, lo que supone un 11,9% menos que el año anterior (cuando se dedicaron 84 euros a la compra de juguetes por niño). Desde la Asociación estiman que la caída se deberá a la supresión de las pagas extras que han sufrido numerosos trabajadores (no solo del sector público, sino también del privado), por el aumento del paro y por la subida del IVA. Sin embargo, los expertos estiman que se venderán menos juguetes pero de mayor calidad.
A la hora de comprar juguetes, conviene optar por los educativos, que hacen una doble función: obsequio y formativa. Reducir el número de obsequios es otra buena elección en esta época de recesión. Se puede hacer entender al pequeño que los Reyes Magos también sufren la crisis, una palabra que es posible que haya oído en varias ocasiones en el entorno familiar. Además, siempre se puede elegir por los juguetes artesanos, hechos por uno mismo.
4. Compras anticipadas
Hacer un presupuesto y establecer una cantidad fija con la que se puede contar para estas Navidades será de gran ayuda, sobre todo teniendo en cuenta que este año muchas familias han visto esfumarse la paga extra. En el presupuesto, conviene especificar qué cantidad puede destinarse a cada apartado imprescindible de estas fiestas: comidas, regalos, lotería… La planificación puede continuar con las compras anticipadas.
En el ámbito doméstico, los precios de alimentos típicos navideños como el cordero o los mariscos tienden a crecer de forma importante los días previos a las fechas clave (Nochebuena, Nochevieja, Día de reyes). Anticipar las compras y, si corresponde, congelar la comida puede ser dos buenos consejos para reducir la factura total de estas fiestas. En el caso de los presupuestos más ajustados, se puede prescindir de algunas compras innecesarias, como la de lotería.
5. Internet, un aliado
Una práctica que impone la situación de aprieto económico por la que pasan numerosas familias es la de comparar precios antes de hacer adquisiciones.
En las comidas con compañeros de trabajo, conviene optar por menús cerrados, con precio conocido de antemano
Las diferencias entre establecimientos pueden ser muy significativas no solo al hacer la cesta de la compra, sino también cuando se plantea la adquisición de un regalo. Internet, en este sentido, puede ser de gran ayuda. En muchos casos, las entidades especializadas en comercio electrónico presentan precios más bajos de manera significativa.
6. Marcas blancas
Junto con los regalos, la segunda partida a la que más dinero se le dedica en Navidad es a la de hacer comidas: familiares, de trabajo, con amigos… En los encuentros caseros, una buena forma de reducir el gasto es apostar por marcas blancas, muy admiradas en estos años de inestabilidad económica. Según datos del último informe de la consultora SymphonyIRI, la marca blanca está ganando cuota de mercado a las marcas de fabricante, que siguen perdiendo ventas.
En las comidas con compañeros de trabajo, conviene optar por menús cerrados, con precio conocido de antemano, para evitar sorpresas futuras. En el caso de los encuentros con amigos, una alternativa son las quedadas caseras, en el hogar de algún miembro del grupo, lo que abarata mucho la velada.