Pese a la opinión casi generalizada de que el conocimiento del inglés es de suma importancia tanto en el ámbito laboral como en el académico, según los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 63% de los españoles no sabe hablarlo. «Se comenta con frecuencia que el sentido del ridículo de los españoles al hablar en otro idioma podría influir en este sentido», afirma Jennifer Murray, docente de inglés en nuestro país con más de dos décadas de experiencia. Murray preside en la actualidad el capítulo español de TESOL (Teachers of English to Speakers of Other Languages), una asociación profesional internacional que funciona como foro de formación continua del profesorado de esta lengua. Entre las prioridades de TESOL destacan el incremento del éxito escolar, la atención a la diversidad en las aulas y la aplicación didáctica de las TIC en las clases.
Hoy en día, hay muchos retos a los que nos tenemos que enfrentar. Los de mayor actualidad son la integración de las TIC en el aula, la enseñanza y evaluación de las competencias básicas, el elevado número de alumnos por clase, la multiculturalidad en la misma, la educación bilingüe, la implantación del enfoque CLIL (Content and Language Integrated Learning), la posible prueba oral en selectividad, los requisitos del plan Bolonia y muchos otros. Varios de estos retos son positivos, pero podrían crear algunos problemas entre el profesorado a corto plazo.
“La motivación y el contacto con la lengua son decisivos para el aprendizaje”
España no es el único país de Europa con niveles relativamente bajos de competencias en otras lenguas, aunque otros países registran mejores resultados. No hay una sola explicación, por supuesto, pero apuntaría a la motivación y al contacto con la lengua, dos aspectos decisivos en el aprendizaje de un idioma. En este país muchos alumnos carecen de motivación, tienen poco acceso a otros idiomas fuera del aula y no tienen ocasión de practicar suficiente en clase. También se comenta con frecuencia que el sentido del ridículo de los españoles al hablar en otro idioma podría influir en este sentido.
Algunas áreas de la gramática inglesa pueden crear dificultades, como los verbos modales, las frases interrogativas o la pronunciación, ya que cuenta con muchos más sonidos vocálicos y diptongos que el español. Sin embargo, otras áreas son mucho más fáciles en inglés que en castellano. La conjugación verbal es el más claro ejemplo. Los verbos ingleses son más fáciles que los españoles, sin olvidar que en inglés apenas se usa el modo subjuntivo, que resulta tan difícil para los estudiantes de español. Por otra parte, el vocabulario inglés tiene muchas palabras relacionadas entre sí, que ayudan a los españoles a incrementarlo de un modo más sencillo. Pero recalco que el aprendizaje de una lengua extranjera está más relacionado con las necesidades y la motivación de cada uno que con el idioma en sí.
“Es fundamental transmitir a los alumnos que el inglés es algo vivo”
Es fundamental transmitir a los alumnos que el inglés, como cualquier otro idioma moderno, es algo vivo, no una serie de reglas que hay que aprender. Si los alumnos ven el inglés como una herramienta para comunicarse, más que como una materia de estudio para aprobar exámenes escritos, lograrán resultados más positivos. Por otra parte, los alumnos de las clases son en ocasiones numerosos, lo que en cierto modo dificulta la enseñanza. A esto habría que añadir que algunos docentes piensan que no son suficientes las horas destinadas a la enseñanza de idiomas.
Hace algunos años, las reglas gramaticales fueron el centro de demasiadas clases, pero poco a poco este enfoque cambia. Tanto la teoría como la práctica son muy importantes, pero la práctica es clave. Sin ella, el dominio de un idioma es imposible.
“La enseñanza de contenidos de otras materias en inglés es un paso importante y positivo”
La educación bilingüe y la enseñanza de contenidos de otras materias en inglés es un paso importante y positivo en la enseñanza. TESOL-SPAIN tiene mucho interés en explorar este modelo, con el fin de que los profesores estén preparados para los retos de este tipo de aprendizaje. De hecho, nuestro próximo congreso anual, que se celebrará en marzo de 2012, estará enfocado al plurilingüismo, la enseñanza bilingüe y CLIL.
La formación y el apoyo son esenciales. Muchos profesores muestran su entusiasmo por estas iniciativas, pero se necesita orientación y preparación para enseñar en estas clases. En algunas regiones, los profesores reciben la formación y seguimiento necesarios, pero no es el caso de todas las autonomías.
Además de contar con un amplio conocimiento del inglés, es necesario que tenga capacidad para transmitir el amor por el idioma a los alumnos y mostrarles que aprender una lengua será útil en su vida. Es fundamental también el entusiasmo y, por último, pero no por ello menos importante, la paciencia.
“Los profesores no nativos dan a sus alumnos un ejemplo positivo”
Ser nativo no implica de ningún modo que una persona esté cualificada para enseñar una lengua, pero sí es importante que los profesores estén preparados y capacitados para enseñar inglés. Si el profesor y los alumnos comparten un mismo idioma, sabe a qué dificultades se enfrentan los alumnos y puede ayudarles. Esto es algo que un nativo sin conocimiento de lengua española no puede hacer. Los profesores no nativos dan a sus alumnos un ejemplo positivo, alguien a quien se puede imitar. Es posible que si hablamos de niveles muy altos, un buen profesor nativo sería una gran ventaja para los alumnos, pero eso sí, solo si es un buen docente.
Los ejercicios de gramática se pueden realizar fuera de clase, por eso, en el aula es fundamental trabajar las competencias orales y la fluidez, así como la pronunciación. Hay que incidir también en la expresión escrita, un aspecto en el que los alumnos tienen a menudo problemas en su propio idioma.
Las nuevas tecnologías nos acercan a materiales reales y nos dan la oportunidad de explorar el mundo en el aula, pero aún necesitamos descubrir el auténtico potencial de aprendizaje y enseñanza que ofrecen.
Tener una mente abierta, práctica y disfrutarlo.
Sí, se puede lograr un buen nivel de fluidez, pero para llegar al máximo nivel se debería viajar a un país de habla inglesa y sumergirse de lleno en él.