El 80% de los perros temen los fuegos artificiales y petardos, y el estrés que les genera ruidos como estos puede, incluso, acortar su esperanza de vida. Sin embargo, apenas la mitad de los dueños saben reconocer esta angustia canina. En este artículo se explica por qué es peligroso el miedo al ruido en los perros, cómo reconocerlo a tiempo y de qué modo ayudar al peludo amigo temeroso.
Perros con miedo al ruido, petardos y fuegos artificiales
Petardos, tormentas fuertes y hasta la aspiradora provocan angustia en los perros, pero solo la mitad de los dueños son capaces de detectar este temor.«Las personas que conviven con canes no siempre reconocen las señales de miedo que sus animales les lanzan», asegura la investigadora y etóloga canina Rachel Casey, que ha estudiado los efectos adversos del miedo al ruido en el perro. Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista científica ‘Applied Animal Behaviour ‘
Ocho de cada diez perros teme los fuegos artificiales y petardos, y el 20% el ruido de la aspiradora
Aunque la mitad de los dueños no saben reconocer este temor en sus canes, el miedo al ruido es muy frecuente entre los peludos compañeros. El 83% de los perros experimenta temor durante la explosión de petardos y fuegos artificiales, revela un estudio de la Universidad de Bristol.
Además, el 65% de los canes padecen ansiedad durante las tormentas, el 18% siente pánico cuando se pasa la aspiradora en casa y el 12% incluso incrementa sus niveles de estrés cuando el televisor está a un nivel sonoro demasiado elevado.
Miedo del perro al ruido: un peligro para su salud
El miedo del perro al ruido no es un temor menor: se trata de un problema que puede comprometer su calidad de vida. La ansiedad que implican para un can miedoso los ruidos fuertes -como el estruendo de un petardo- tiene consecuencias negativas para su salud.
El corazón canino se acelera, los niveles de estrés se disparan en el perro y esta angustia puede incluso recortar los años de vida del animal.
Este estrés canino es una preocupación para los dueños que consiguen detectarla. Tanto es así, que la angustia y el miedo del perro motivan una de cada tres consultas que atiende el Servicio de Etología Clínica del Hospital Veterinario de la Universidad de Zaragoza.
Sin embargo, la mitad de los dueños aún no saben interpretar las señales corporales caninas que expresan miedo al ruido, advierten los expertos.
A continuación se ofrecen claves para aprender a leer el miedo al ruido en el perro.
Reconocer a un perro con miedo al ruido: señales
Un perro con miedo al ruido tiembla, se esconde y busca a su dueño para protegerseLos perros con miedo al ruido ladran, aúllan, tiemblan, padecen sacudidas en su cuerpo, se esconden y buscan a sus dueños con el fin de sentirse algo más protegidos.
«El temblor de un perro angustiado por el ruido es una de las señales más fáciles de reconocer para los dueños, porque es muy similar a la respuesta que padecen los humanos ante la angustia», afirma Casey, que ha estudiado la reacción de cerca de 4.000 canes en situaciones de ruido.
Pero estas no son todas las alertas que lanza el perro que sufre miedo al ruido. El perro temeroso por culpa de un estruendo reduce la salivación, una señal que muy pocas personas relacionan con el miedo canino.
En otros casos, el can que siente temor puede tener respuestas que no suelen agradar: hace sus necesidades en casa e, incluso, es capaz de destrozar muebles y otros enseres. En estos casos, sirve de poco tratar de corregir o enfadarse con el perro: es solo su forma de decir que tiene miedo.
El enfado o las muestras de desaprobación por parte del dueño tendrán poco sentido en un perro que padece miedo al ruido. Esta reacción de enfado solo logrará aumentar el estrés del animal.
Un can temeroso necesita calma y rebajar su ansiedad. Y, para ello, precisa nuestra ayuda: necesita a su amigo de dos patas.
A continuación se ofrecen algunas pautas.
No exponer al perro a fuentes de ruido Algunas fuentes ruidosas son fáciles de evitar: es posible pasar la aspiradora cuando el perro esté en otra habitación o fuera de casa, y bajar el volumen del televisor.
Crear una experiencia positiva para el perro. ¿Qué hacer cuando hay fiestas populares, celebraciones ruidosas y fuegos artificiales en la ciudad?
Una buena idea es tratar de que el peludo amigo relacione estos eventos con experiencias positivas: duplicar los cariños, ofrecerle galletas caseras para perros y aumentar los juegos caninos y palabras amables.
La música calma al perro. Las melodías clásicas relajan a los canes, recuerdan los expertos. Por ello, resultan una valiosa herramienta para tranquilizar al animal.
Feromonas y tratamiento para calmar al perro miedoso. El veterinario o etólogo canino es un fiel aliado para que el perro supere, o al menos no sufra de un modo tan intenso, su miedo al ruido. Existen, además, algunas feromonas comerciales ayudan a rebajar el nivel de estrés canino.