Entrevista

Jorge Castanera, cirujano refractario y director médico del Instituto de Oftalmología Castanera, de Barcelona

Con la técnica SUPRACOR, los pacientes con presbicia vuelven a leer como cuando tenían veinte años
Por Clara Bassi 9 de agosto de 2011
Img jorgecastanera
Imagen: CONSUMER EROSKI

Leer un periódico en la playa puede ser imposible para las personas con presbicia o vista cansada, ya que los objetos cercanos se distinguen desenfocados. Dependen de las gafas para ver de cerca. Por fortuna, en la actualidad ya no son el único correctivo para este problema de visión, puesto que se han desarrollado nuevas técnicas que permiten liberarse de ellas. Entre estas figura SUPRACOR, un procedimiento de cirugía refractiva que en sus inicios solo se empleaba para tratar la miopía (mala visión de lejos en detrimento de una correcta vista de cerca), pero que ahora también se aplica a la presbicia. Esta técnica se ha concebido para corregir un doble enfoque: el de lejos y el de cerca, destaca Jorge Castanera, cirujano refractivo y director del Instituto de Oftalmología Castanera, de Barcelona.

¿Qué es la presbicia?

Es un fenómeno por el cual el ojo pierde su capacidad de enfocar de cerca a partir de determinada edad, a los 45 años, y que obliga a llevar gafas específicas para la lectura. Esto se debe a que el cristalino pierde su elasticidad.

¿Se puede prevenir la presbicia?

Es un fenómeno que afecta a todo el mundo. No hay un tratamiento preventivo.

¿Cómo se trata?

“La única herramienta eficaz para compensar la presbicia y poder ver y leer sin dificultad son las gafas”

La única herramienta eficaz son las gafas, para compensar la presbicia y que la persona afectada pueda reconocer y leer sin dificultad. Pero no hay ningún tratamiento. No obstante, actualmente se han desarrollado técnicas dirigidas a corregir el problema con la lectura, de forma que se pueda prescindir de las gafas. Entre ellas figuran nuevas técnicas de láser y de lentes intraoculares. Una de las más novedosas es el sistema SUPRACOR.

¿En qué consiste el sistema SUPRACOR?

Esta técnica está basada en el uso del láser Lasik que, desde hace veinte años, se utiliza para el tratamiento de la miopía. Es una técnica muy contrastada. Antes solo se utilizaba para corregir la visión lejana, para que la persona afectada pudiera ver sin gafas. Ahora también se puede aplicar a la presbicia. Es una técnica nueva cuyo objetivo es conseguir un doble enfoque: corregir la visión de lejos y también la de cerca.

¿Las personas con presbicia pueden prescindir de las gafas en todos los casos?

Por desgracia, no hay ningún procedimiento eficaz al 100%, pero con la técnica SUPRACOR, después de la cirugía, el 92% o 93% de los pacientes no usan más las gafas, ni para ver de lejos ni de cerca. Se evita la dependencia absoluta de las gafas y, además, también se puede corregir un poco la graduación de lejos. Gracias a la técnica SUPRACOR, se consigue que el paciente quede con un nivel de visión suficiente como para prescindir de ellas en todas las distancias. De repente, tareas como enhebrar una aguja, leer un listín de teléfonos, un prospecto de medicamentos o el periódico, o buscar un número de teléfono en el móvil, acciones simples de la vida cotidiana, se pueden realizar sin gafas.

¿Se puede aplicar esta técnica solo a la corrección de la presbicia?

“El objetivo de SUPRACOR es corregir los problemas de visión para que las personas con presbicia puedan leer sin gafas”

Está diseñada para personas que, además de presbicia, tienen alguna dioptría en la denominada graduación de lejos. Si hay cero dioptrías, por norma general, son malos candidatos para cualquier técnica. En problemas de visión de lejos, se interviene a partir de 0,75 dioptrías.

¿Los pacientes que tienen hipermetropía o astigmatismo se pueden tratar también con esta técnica?

SUPRACOR es una técnica que, inicialmente, se diseñó para casos de hipermetropía con presbicia. A medida que se ha adquirido experiencia con ella y la técnica lo ha permitido, se ha empezado a aplicar a personas con miopía. Ahora podemos tratar tanto hipermetropías -que causan borrosidad y problemas de visión a distancias cortas, lo contrario que la miopía-, como miopías y astigmatismos razonables, de 1,5 a 2 dioptrías. La técnica permite corregir la visión de cerca y de lejos.

¿Entonces esta cirugía aumenta la calidad de vida?

Mucho. El paciente experimenta el mismo cambio que el miope cuando se interviene y puede distinguir el 100%: se le abre el mundo. Hay que tener en cuenta que los pacientes con presbicia son incapaces de leer y, después de la intervención, pueden hacerlo como cuando tenían veinte años. El cambio es espectacular para los pacientes de 45-50 años, porque muchos viven mal la dependencia de las gafas para ver de cerca, ya que es un recordatorio continuo de la edad. Las personas que están disconformes con ello pueden recurrir a la cirugía y resolverlo de forma eficaz y rápida.

Como toda técnica, SUPRACOR tendrá sus riesgos y complicaciones. ¿No es así?

“Después de la cirugía, el 93% de los pacientes no usan más las gafas”

No hay ninguna técnica exenta de riesgos. Los riesgos de SUPRACOR son muy similares a los de otros procedimientos con láser. El riesgo de infección es de un caso por 10.000 intervenciones. En conjunto, los riesgos y complicaciones de esta técnica quirúrgica están por debajo del 1%, es muy segura. Si a pesar de poner el máximo cuidado surgen complicaciones, se realizan tratamientos suplementarios.

¿En ocasiones hay que realizar reintervenciones?

Cuando los resultados no son los esperados, hay que volver a intervenir para terminar de corregir el defecto. Hay que tener en cuenta que la capacidad de cicatrización de cada persona, y cada ojo, es distinta. Hay una serie de pacientes que, a los tres o cuatro meses, necesitan una corrección completa de ambas distancias: de cerca y de lejos. Con la reintervención, se afinan las dos visiones. Una de las ventajas de la técnica SUPRACOR es que podemos aplicar un retratamiento para mejorar esa distancia que ha quedado poco corregida.

¿Qué nivel de aplicación alcanza esta técnica en España? ¿Qué futuro le augura?

La aplicación de esta técnica requiere de láseres muy actualizados, de última tecnología, por lo que todavía no está muy extendida. En Barcelona, el único centro que dispone del láser para realizar este tratamiento, por ahora, es el nuestro. El Instituto de Oftalmología Castanera también fue pionero en las operaciones de miopía en el año 1988 y ahora ya se realizan de forma rutinaria. Creo que lo mismo sucederá con PresbyLASIK SUPRACOR. Se extenderá de forma rápida porque es una manera eficaz de resolver un problema que afecta al 37% de la población, los mayores de 45 años. Además, sabemos cuál es la tendencia de la pirámide poblacional, cada vez habrá más pacientes de más edad y, por lo tanto, más afectados por la presbicia que necesitarán una solución.

UN PROCEDIMIENTO SIN DOLOR

La técnica PresbyLASIK SUPRACOR es un procedimiento introducido en el mercado español por la compañía Technolas Perfect Vision (TPV), que se basa en el uso del láser Lasik. Es conocido por sus aplicaciones en cirugía refractiva, para la corrección de la miopía y la hipermetropía. En la actualidad, se ha empezado a usar para corregir un doble problema de visión: el enfoque deficiente de cerca (por presbicia) y el de lejos (por miopía).

Consiste en el uso del láser de femtosegundo para remodelar la córnea y tratar la presbicia. Es una cirugía mínimamente invasiva y se puede hacer de forma ambulatoria. Se realiza con anestesia tópica mediante gotas anestésicas. Además, antes de entrar en quirófano, al paciente se le administra diazepam en dosis muy bajas para evitar que esté nervioso durante la operación.

De manera habitual, se operan los dos ojos al mismo tiempo. La intervención de cada ojo dura alrededor de 5 o 10 minutos. Después, se lleva al paciente a una sala de espera, donde permanece un tiempo para cerciorarse de que no se marea, y el mismo día puede irse a casa con los ojos descubiertos. En el mismo posoperatorio y de forma inmediata, el paciente nota menos dificultades en la calidad de la visión de cerca. A las seis u ocho horas de la intervención (que se efectúa por la mañana), se le realiza el primer control (por la tarde). “Cuando todavía no ha pasado un día entero, ya no necesita recurrir a las gafas”, informa Jorge Castanera. Después se hacen controles a la semana, al mes, a los tres meses, a los seis meses y al año.

“La recuperación de la visión próxima es espectacular porque se registra en menos de 24 horas, en las cuales el paciente puede ver como lo hacía hace años. El afectado puede realizar actividades de cada día, como consultar la agenda del móvil o leer el periódico, sin pensar en las gafas. Es una cirugía muy agradecida por sus resultados, porque no duele, solo causa durante los primeros días cierta sensación de sequedad, que se puede contrarrestar con lágrimas artificiales”, destaca el especialista.

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