Los centros hospitalarios ecológicos ahorran recursos y, por lo tanto, dinero, una condición que será cada vez más necesaria si se pretende que sean sostenibles tanto en la vertiente económica como medioambiental. ¿Serán “verdes” los hospitales del futuro? De ésta y otras cuestiones habla en esta entrevista José Carlos de Souza Abrahão, presidente de la Confederación Nacional de Salud, de Brasil, y del Congreso Mundial de Hospitales, Río IHF 2009, con motivo de su visita a nuestro país.
Sí, todavía progresa. Hasta ahora no ha tenido una visibilidad buena, pero se consolida. Éste es un momento significativo para poner sobre la mesa las experiencias de distintos países.
El tema central será la salud en la era del conocimiento. Se debatirán aspectos como las técnicas específicas que se hallan en fase de desarrollo, las nuevas tecnologías de la información aplicadas a la salud, la relación entre médico y paciente y de éste con la comunidad, es decir, qué deseo tiene la sociedad de informarse en salud y cómo recibe esta información. Hoy en día, muchos pacientes acceden a estos datos a través de un buscador en la Red. También se hablará de cómo mejorar la medicina, los tratamientos o los hospitales, ya que los recursos son finitos, pero las necesidades de toda la comunidad, sempiternas.
Éste es un punto primordial en cualquier institución profesional y, de la misma manera, en los servicios de salud. Por este motivo, uno de los asuntos que se discutirá será la rapidez y efectividad relacionadas con la sostenibilidad. Hay que ofrecer el mejor servicio (tratamiento) posible al mejor coste y, para eso, es imprescindible contar con la comunidad de los profesionales de la salud.
En la Confederación Nacional de Salud, el experto economista Tom Peters ha puesto de manifiesto que en un gran hospital hay al menos 170 clases profesionales distintas y, además, tiene que funcionar 24 horas al día a pleno rendimiento. Todos los servicios de salud deben actuar; sólo hay dos situaciones en las que pueden no ser necesarios.
“Hay que utilizar las tecnologías que se puedan aplicar a la salud y a la gestión e implicar a toda la sociedad”
Me refiero a las mujeres que van a tener un bebé y a las personas que se someten a una cirugía plástica o estética. Aparte de estos dos casos, ir al hospital no es un capricho y, por lo tanto, se debe educar a la comunidad profesional con la mentalidad de ser sostenibles a la vez que resolutivos, e implicar a la sociedad y al cliente. Si se malgasta, se gasta dos veces. La sostenibilidad es muy importante y el sector de la salud debe ser visto como fundamental para la economía mundial. No sólo porque trata con vidas, sino porque presta un servicio complejo, que incluye a numerosas categorías profesionales y determinados factores arquitectónicos, a la industria médica y la química, a profesionales de hospitales u hostelería, etc. Es una actividad económica muy relevante para la sociedad de cualquier país.
Los grupos económicos y de directivos de distintos países que destinan dinero al sector salud, invierten en calidad de vida y en la mayor supervivencia de la población.
En los hospitales hay preocupación por la sostenibilidad económica y del medio ambiente. Éste es un foco de interés en el que se centrarán los denominados “Green Hospitals” u hospitales verdes.
Debemos implicar al paciente en la nueva cultura del mundo. Estos hospitales no generan polución y, debido a ello, les sobran recursos para mejorar la atención a los pacientes.
Los “Green Hospitals” tienen un impacto económico positivo porque generan menos emisiones, tienen un menor consumo energético y consiguen un ahorro que se puede reinvertir en mejorar la atención a los pacientes. De esta forma, el sistema público puede utilizar sus recursos para mejorar la asistencia. Esto ocurre con las emisiones de gas y con el conjunto de todas las actividades que realizan los hospitales verdes, como el uso del agua.
El médico debe conversar más con el paciente. Éste necesita saber todo acerca de la enfermedad o mal que padece y de los posibles resultados. No obstante, el médico tiene los límites de cualquier profesional. Puesto que el censo de procesos judiciales de salud es importante, desde hace unos años se celebran seminarios y entrenamientos conjuntos, en los que participan los profesionales de la salud y los magistrados, con el objetivo de culturizar a ambos. En el caso de la información para el paciente, éste debe recibir la orientación correcta, sobre todo, en un caso grave. Si se orienta bien a los profesionales y a la familia, disminuye la incidencia de procesos judiciales médicos.
Los profesionales, si saben tratar, deben tratar, y si no, derivar al paciente a quien tenga los conocimientos necesarios.
En esta era de la comunicación y de la información, hay que tener coraje para hablar con sinceridad de las acciones que reconocemos que sabemos hacer y de nuestras carencias. Si esto se consiguiera, disminuiría la incidencia de procesos judiciales relacionados con la salud.
El Congreso Mundial de Hospitales, organizado por la Federación Internacional de Hospitales, se celebrará en noviembre en Río de Janeiro. La gran urbe brasileña, que calienta motores para su cita con los Juegos Olímpicos de 2016, acoge ya grandes eventos como éste que suponen un reto organizativo y que promete ser un gran encuentro de expertos procedentes de todo el mundo. Esta gran cita contará con 130 ponentes, de los cuales 70 son internacionales.
Por primera vez, representantes de América Latina asistirán al Congreso. Será una oportunidad única para conocer de primera mano las experiencias sanitarias de estos países, que tienen un número muy grande de servicios de salud, en un momento significativo para la humanidad porque se enfrenta a la gripe A, destaca José Carlos de Souza.
En su opinión, toda la información que se comparta acerca de esta enfermedad será fundamental para, en un futuro, “hacer un mejor control epidemiológico”. Para ello, destaca que es “muy importante” que los distintos servicios de salud intercambien datos. “Hay que aprovechar Internet, utilizar las tecnologías que se puedan aplicar a la salud y a la gestión e implicar a toda la sociedad, a los profesionales e, incluso, a los clientes, para que tengan la información de los hechos que pueden acontecer y los que no”, señala.