La liposucción con láser es una cirugía mínimamente invasiva de reciente introducción en España, aún experimental, pero con resultados prometedores. Es menos agresiva que la tradicional e incorpora varias ventajas respecto a ésta, como un postoperatorio menos doloroso y más rápido y menor tiempo de baja para los pacientes. Sin embargo, no está indicada en todos los casos, sino sólo para zonas concretas del cuerpo. Así lo afirma en esta entrevista Manuel Asín, director del Centro Dermatológico Estético de Alicante y director de la primera Cátedra de Dermocosmética, en España, en la Universidad Miguel Hernández.
Hay varios, pero quizás destacaría la liposucción mediante láser, una técnica emergente que se ha incorporado recientemente en España. Se trata de una liposucción que se practica específicamente en zonas concretas del cuerpo, no en grandes zonas. Se introduce una fibra láser con una longitud de onda especial que desprende calor con el que se funde la grasa en el punto donde se encuentra la punta del láser; y por la misma sonda se va extrayendo la grasa fundida.
Es menos molesta, tiene menos sangrado y es menos fatigosa para el profesional que la realiza. Y otra ventaja importante, frente a la tradicional, es que al mismo tiempo que se va fundiendo la grasa se van calentando las fibras de colágeno de la piel, se va creando nuevo colágeno y se produce una retracción de la piel.
Con la liposucción tradicional no se conseguía la tensión de la piel, se requerían tratamientos posteriores a la técnica. En cambio, con el nuevo tipo de liposucción se consigue una retracción de la piel y, por lo tanto, el resultado estético es mejor. Los pacientes están menos tiempo de baja y en 48 horas pueden estar dispuestos para realizar su actividad habitual, es decir, que si una persona se opera en fin de semana, el lunes ya puede ir a trabajar. Lo que tiene que quedar claro es que esta liposucción con láser sólo está indicada para zonas concretas del cuerpo como los párpados, la cara interna de los brazos, las cartucheras o las zonas que quedan debajo de las nalgas. Pero no está indicada para eliminar grandes volúmenes.
“La liposucción con láser no está indicada en personas con problemas de coagulación o intolerancia a los anestésicos”
Puede estar contraindicada para pacientes con problemas de coagulación, con una enfermedad sistémica o para aquellos que tengan intolerancia a los anestésicos. La anestesia que se aplica es local, tumescente. No hace falta anestesia total y la sedación es más ligera. Evidentemente, hay que tener en cuenta que es una técnica emergente y que llevamos poco tiempo aplicándola. Pero, por lo que vemos, sus resultados son prometedores; permite tratar la zona que se desea y con la menor baja social posible. No hace falta abandonar la actividad social o el trabajo.
Hace pocos meses.
El año pasado, en 2007, empezaron a practicarla los primeros equipos de profesionales en EE.UU.
Sí, pero se dan por no tener cuidado con la alimentación. No son debidas a una mala técnica, sino a los malos hábitos. Insisto en que no son por un defecto de la técnica, sino por los hábitos.
La técnica todavía es novedosa, pero la lógica nos hace pensar que no tendrá grandes complicaciones. En ocasiones, en la tradicional puede haber un exceso de sangrado, problemas con la anestesia y el trasvase de grandes volúmenes. Pero en este caso el daño está mucho más localizado, ya que vas trabajando a través de la piel y, por lo tanto, las complicaciones son mucho menores.
En nuestro caso no hemos tenido ninguna. Pero sabemos que puede haber alguna hemorragia y algo de dolor postoperatorio. En directo, este procedimiento es muy poco agresivo.
Sí, porque se hace muy poco daño al tejido y la incisión es mínima. La cirugía es menos molesta para el paciente y más cómoda para el médico.
Porque en la tradicional trabajamos mucho, tenemos que hacer un enorme sobreesfuerzo físico, mientras que en la liposucción con láser éste es mucho menor. En la tradicional provocamos la liposucción de la grasa con movimientos mecánicos, con un vaivén la vamos succionando. En cambio, con la nueva liposucción con láser no tenemos que hacer fuerza, sino que la liposucción se consigue al aplicar la energía láser.
El nuestro es un láser que se llama “SLIM Lipo”. Es el prototipo del que disponemos, pero existen dos o tres equipos más en el mercado, cada uno con distintas longitudes de onda. Cada fabricante defiende que su longitud de onda es la mejor. Nosotros acudimos a EE.UU. para observar en directo el funcionamiento de estos equipos.
Hacer comprender a los pacientes qué pueden esperar de la liposucción con láser, así como de otras técnicas con fines estéticos, es el principal reto que tienen ante sí los profesionales que trabajan en este campo. “La mayor complicación en estas técnicas son las falsas expectativas. No hay que prometer lo que no se puede cumplir. Hay que explicarle al paciente lo que se puede obtener y lo que no. No es posible entrar en una sesión con 120 kilogramos de peso y pretender salir con el tipo de la modelo Naomi Campbell. Esta técnica no es para grandes obesidades, sino para partes concretas del cuerpo”, explica de modo ilustrativo Manuel Asín.
“No existe una limitación a esta cirugía por el peso de los pacientes, sino por la lógica. La técnica está indicada para áreas concretas y no para grandes obesidades, en las que se puede aplicar la liposucción tradicional”, añade este especialista. En los hombres esas áreas pueden ser la papada y la barriga; en las mujeres, la zona interna de los brazos, que es muy difícil de tratar, y acumulaciones debajo de los glúteos. Estas personas pueden estar delgadas, pero tener grasa localizada, rebelde y difícil de eliminar. La liposucción con láser permite disolver la grasa selectivamente.