Mujeres muy jóvenes, casi adolescentes, son las principales afectadas por un tipo de encefalitis autoinmune (inflamación del cerebro causada por un anticuerpo que se vuelve en contra del propio organismo). Este ataque del anticuerpo les lleva a actuar como si hubieran enloquecido, a tener comportamientos reprobables socialmente, como desnudarse en público o exhibir conductas sexuales sin pudor, y a perder el habla, entre otros muchos síntomas. Todas estas manifestaciones se desarrollan con rapidez y, en dos o tres semanas, pueden llevar al coma a los pacientes, que también pueden ser varones, bebés y ancianos. El 80% de los afectados se recupera por completo, pero tras varios meses, explica el descriptor de esta enfermedad, Josep Dalmau, profesor ICREA (Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados) en el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) y el Hospital Clínic, de Barcelona, y profesor de Neurología en la Universidad de Pensilvania, en EE.UU. Estos hallazgos le han valido premios de la American Neurological Association y el de mejor artículo científico del año por la revista ‘Annals of Neurology’.
Hay muchísimas encefalitis, una palabra que indica que hay una inflamación del cerebro y cuya causa puede ser un proceso infeccioso, traumático o autoinmune. Autoinmune significa que el cuerpo desarrolla una respuesta inmunológica, mal dirigida contra proteínas o áreas de las células de diferentes partes de nuestro organismo. La encefalitis autoinmune sería una respuesta inmune dirigida contra el cerebro y, en particular, contra un receptor.
“Los pacientes tienen alteraciones de la conducta, agitación, problemas psiquiátricos y, en paralelo, dificultades en el habla”
Las células del cerebro (neuronas) forman circuitos, igual que una computadora. De hecho, el cerebro es la computadora más perfecta que existe y sus células, las neuronas, no se tocan entre sí, sino que están separadas por un espacio pequeño. No obstante, se comunican de forma discontinua, a través de la liberación de productos que se llaman transmisores. Estos transmisores viajan desde una neurona a otra y llegan a un receptor al que se unen.
En ese caso, es el receptor del glutamato y, en concreto, un subtipo de receptor que se llama NMDA. Otras encefalitis autoinmunes tienen otros receptores afectados y son enfermedades distintas.
El anticuerpo que actúa contra los receptores NMDA.
“Los síntomas se desarrollan en días y, en dos o tres semanas, los pacientes están en cuidados intensivos”
No se conoce bien la razón por la cual unas personas desarrollan este anticuerpo y otras no. Hay una proporción de pacientes que tienen un tumor en el ovario, llamado teratoma, y que contienen, de una manera aberrante, tejido nervioso, neuronas con estos receptores. La teoría es que el sistema inmunológico ve este tumor como si fuera un invasor, un virus, al que atacar. Los pacientes desarrollan estos anticuerpos que se dirigen a los receptores y los atacan. Otro grupo de pacientes tiene el mismo proceso, la misma enfermedad y los mismos anticuerpos, pero no tiene ese tumor (un teratoma). En su caso, la causa se desconoce, igual que ocurre en otros procesos autoinmunes conocidos (la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso sistémico o la artritis reumatoide, que afecta a las articulaciones) y muchas alergias.
La mayoría de los pacientes tienen las siguientes manifestaciones: alteraciones de la conducta, agitación, problemas psiquiátricos y, en paralelo, dificultades en el habla, que tienen más empobrecida, hasta el punto de que en unos días balbucean e, incluso, llegan a no hablar o se comunican muy poco, con una reducción del lenguaje importante. También tienen problemas de memoria y llegan a una situación comatosa en la que es imposible comunicarse con el paciente, que no se da cuenta de lo que ocurre. Puede sufrir alteraciones consistentes en movimientos anormales de los ojos, de la lengua, así como arqueos del cuerpo (movimientos que se conocen como opistótonos) y una gran agitación. El 60% de los pacientes precisan intubación y ventilación mecánica.
“El 80% de los pacientes de encefalitis autoinmune son mujeres con una edad media de 20 años”
No es una enfermedad en la que el paciente pierda progresivamente, durante varios meses, la memoria. Si a alguien le sucede así, se puede excluir esta enfermedad. La encefalitis autoinmune es de manifestación rápida: los síntomas se desarrollan en días y, en dos o tres semanas, los pacientes ya están ingresados en cuidados intensivos.
Antes era así. Cuando una dolencia se describe o descubre, se le pone nombre, se reconoce la enfermedad y el mecanismo que la provoca. Pero la patología ha existido siempre y esos pacientes no se reconocían como tales. Se etiquetaban con otros procesos víricos o psiquiátricos. Estos pacientes se diagnosticaban mal.
“A pesar de que entre el 75% y el 80% de los pacientes se recupera por completo, tardan una media de siete o nueve meses”
En 2007, no solo publicamos la descripción de la enfermedad, sino también un test diagnóstico, una prueba de sangre y del líquido cefalorraquídeo que muestra la presencia de los anticuerpos que la causan. Teníamos la confirmación clínica. En 2008, teníamos doce pacientes y, después, empezamos a recibir casos de todo el mundo, con los que pudimos escribir un segundo artículo, más completo, sobre 100 pacientes. Hoy, este test diagnóstico se utiliza en todo el mundo y, aunque me consultan mucho, hay numerosos casos en los que ya no estoy involucrado de manera directa. Yo he trabajado con un total de 600 pacientes, pero en todo el mundo podría haber entre 2.500 y 3.000 pacientes con encefalitis autoinmune.
Entre el 75% y el 80% se recupera y puede volver a sus actividades normales. Otro 25% se recupera de forma parcial porque queda con secuelas y, en este 25%, entre un 8% y un 10% fallece, sobre todo en la fase aguda de la enfermedad, durante su estancia en una unidad de cuidados intensivos, donde debido a la intubación, la ventilación asistida, las vías endovenosas, catéteres, etcétera, pueden tener complicaciones.
“Los afectados también pueden mostrar hipersexualidad, problemas de impulsividad y ataques de ansiedad”
Las pacientes con un teratoma, una vez que este se les extirpa y reciben inmunoterapia, tienen pocas probabilidades de recaer. En cambio, los afectados sin tumor, con encefalitis autoinmune de causa no conocida, tienen tendencia a recidivas: alrededor del 20% recaen. Algunos solo una vez y otros, dos o tres, pero esta no es una enfermedad de brotes. En la mayoría de los casos, es una enfermedad monofásica (de una fase única) que se prolonga durante un periodo muy largo.
Tardan una media de siete o nueve meses, pero puede haber pacientes que a los dos años aún muestren mejoras. Podríamos decir que, a los dos años, la recuperación es del 95%.
El 80% de los pacientes con encefalitis autoinmune son mujeres, con una edad media de 20 años. Además, el 40% de los pacientes tienen menos de 18 años. Son pacientes que se definen en la edad pediátrica: los hay incluso de 18 y 22 meses, casi bebés. A los 30 años y después de los 45, los casos son muy infrecuentes, aunque también hemos conocido alguno a los 80 años.
La recuperación de los pacientes con una encefalitis autoinmune causada por el anticuerpo contra el receptor NMDA es lenta. “A las pacientes que tienen un teratoma, se les extirpa. Pero a todos hay que tratarles con inmunoterapia. Esta es una enfermedad lenta, que requiere paciencia. A veces, deben pasar mucho tiempo (meses) en el hospital, lo cual hoy en día es un desafío para los centros, que tienen presiones administrativas aquí, en EE.UU. y en todo el mundo”, denuncia Josep Dalmau.
Desde el punto de vista médico, es muy importante que los facultativos de las unidades de cuidados intensivos “vayan a por todas”, señala Dalmau. “Estos pacientes necesitan soporte de cuidados intensivos todo el tiempo que sea necesario y que se les trate con inmunoterapia, no solo los anticuerpos de la sangre, sino los que se fabrican dentro del cerebro, ya que no todos los medicamentos cruzan la barrera hematoencefálica y llegan hasta él”, prosigue el experto, para quien “hay que tratar dos compartimentos: el cuerpo y el impulsividad y ataques de ansiedad, “debido a los cuales contestan mal a otras personas”, expone Dalmau.
