El empeoramiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que los expertos denominan exacerbación, constituye una preocupación importante porque provoca muchos ingresos hospitalarios y, con cada uno de ellos, el deterioro de la salud del paciente. Los datos aportados por “Audipoc”, el estudio más amplio realizado hasta ahora en España, han revelado cuál es la situación de las hospitalizaciones por esta causa en nuestro país y, en paralelo, se ha dado a conocer un nuevo tratamiento oral que puede ayudar a controlar los episodios que llevan a los afectados al hospital.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una patología respiratoria grave, crónica, progresiva, irreversible y muy discapacitante que se desarrolla, sobre todo, por el nocivo hábito de fumar. En el 90% de los casos, el tabaco es su principal causa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en la actualidad, hay 210 millones de personas con EPOC en todo el mundo. Otro dato funesto de la enfermedad recuerda que ésta es la quinta causa de muerte en el ámbito mundial y que, lejos de mermar, los estudios vaticinan que será la tercera causa de muerte en 2030, o incluso antes, según algunos expertos.
En España, dos millones de personas, es decir, el 10% de la población entre 40 y 80 años, están afectadas por esta patología, según datos de Juan Ruiz Manzano, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). El Centro Nacional de Epidemiología calcula que por su causa fallecen cerca de 18.000 personas al año: alrededor del 75% son hombres y el 25%, mujeres.
Uno de los aspectos más preocupantes de esta enfermedad, a juicio de clínicos y expertos, son las exacerbaciones o agudizaciones de la EPOC, que a menudo conducen a la hospitalización de los pacientes más de una vez al año y provocan un deterioro cada vez mayor de los enfermos. Nuevos datos, recopilados recientemente a través del estudio «Audipoc» de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), han retratado cuál es la situación de los afectados en los hospitales españoles.
Nuevas cifras de ingresos
Audipoc, denominado así porque se le considera como una auténtica auditoría del estado de la EPOC en España, es el estudio más amplio realizado hasta ahora en nuestro país sobre el impacto de esta enfermedad respiratoria en personas que ingresan en el hospital por este motivo. El trabajo aporta nuevos datos relativos al 75% de la población española, gracias a la participación del 54% de los hospitales nacionales.
A pesar de que la agudización es una situación muy crítica, el 21% de los afectados que ingresan en el hospital mantiene el hábito tabáquico
Según este estudio, aunque esta patología afecta de forma predominante a hombres, el 12% de los ingresos por su causa corresponden a mujeres, un dato destacado por los expertos. José Luis López-Campos, de la Unidad Médico-Quirúrgica de Enfermedades Respiratorias del Hospital Universitario Virgen del Rocío, de Sevilla, destaca también cómo a pesar de que la EPOC grave es una situación muy crítica, «el 21% de los pacientes que ingresan siguen fumando».
No acaba ahí el baile de cifras: el 66% de los enfermos de EPOC que ingresan en un hospital (la mayoría) están graves o muy graves y el 4,6% mueren mientras están en el centro. A estos decesos se añaden los de un 7,1% más que fallece durante los 90 días que suceden al ingreso. La tasa de mortalidad total asciende al 11,3%, una cifra «nada desdeñable», a juicio de López-Campos. El 37,2% de estos pacientes vuelven a ingresar durante los tres meses que siguen al ingreso y el 27,8%, durante las seis semanas posteriores.
Éstas son solo algunas de las llamativas cifras reveladas por Audiopoc, presentadas en el último Congreso de la Sociedad Europea de Respiratorio (ERS), celebrado en Barcelona. Los expertos tendrán que analizar más de 400 variables que aportarán nueva información para mejorar la asistencia que se presta a estos enfermos respiratorios, así como su calidad de vida, puesto que el ingreso en un centro hospitalario «supone que el paciente está más grave y un deterioro de su calidad de vida», advierte López-Campos.
La ERS ya ha anunciado que realizará otro estudio europeo similar a Audiopoc, el «Copd Audit», que financiará esta misma sociedad científica con 200.000 euros y que liderarán España, Austria y Reino Unido. Se prevé que participen un total de 300 hospitales y 10.000 pacientes de 14 países, con los mismos objetivos que la investigación anterior: profundizar en el conocimiento de la situación de los enfermos hospitalizados para mejorar la atención que se les brinda y su calidad de vida.
Exacerbaciones subestimadas
Las exacerbaciones son episodios de la EPOC en los que los síntomas empeoran. Los principales son la disnea (falta de aire), la tos crónica, las sibilancias (pitidos), la expectoración y la reducción del flujo de aire respirado (o capacidad respiratoria). Cuando una persona padece una exacerbación, los síntomas que a menudo empeoran son la disnea, la tos y la expectoración, además de tener fiebre. También es posible diagnosticar taquicardia (aceleración del ritmo cardiaco), taquipnea (respiración superficial y rápida), insomnio, fatiga o depresión.
Las agudizaciones se clasifican en leves, una situación que exige aumentar la dosis de los broncodilatadores necesarios; moderadas, para cuyo control se requieren antibióticos o corticosteroides orales; y graves, que suponen de manera irremediable la hospitalización. Las principales causas que favorecen estas exacerbaciones son: contraer alguna infección, ciertas condiciones ambientales desfavorables o incumplir el tratamiento prescrito por el médico.
A menudo, no se otorga la importancia suficiente al cumplimiento del plan terapéutico ni al padecimiento de un episodio de exacerbación cuando, según los especialistas, tienen un mayor impacto, en términos de hospitalizaciones y mortalidad, que los infartos de miocardio. El estudio «Profundidades Ocultas de la EPOC» (Hidden Depths of COPD), impulsado por la compañía farmacéutica Nycomed, ha revelado interesantes datos respecto a la escasa importancia que dan muchos afectados a las exacerbaciones. Se ha efectuado en 2.000 pacientes de 14 países, con la participación de 1.400 médicos.
Según sus resultados, el 70% de los sujetos incluidos decían haber padecido una exacerbación. Aunque dos tercios de ellos pensaban que su EPOC estaba bien controlada, la mayoría confesaban haber sufrido episodios de exacerbaciones y haber requerido tratamientos extras, que al inicio el médico no había planificado para ellos. Los afectados subestimaban los episodios, puesto que tardaban en acudir a un especialista: un tercio de quienes sufrían una exacerbación aguardaban hasta conocer cómo progresaban sus síntomas para consultar a un médico, un cuarto no consultaba con ningún especialista y, entre quienes lo hacían, un 25% esperaba de tres a cuatro días.
La EPOC no se puede revertir. Una vez que se desarrolla, la enfermedad avanza de forma irremisible. Prevenir los episodios de exacerbaciones, con el seguimiento correcto del tratamiento prescrito por el facultativo, es una de las medidas que puede ayudar a enlentecer ese avance. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de los fármacos disponibles no son específicos para la EPOC, sino que se tienden a aplicar los utilizados en el control del asma. En este contexto, las personas afectadas tienen auténticas necesidades no cubiertas de nuevos medicamentos más específicos frente a la inflamación pulmonar que tienen cuando sufren una exacerbación.
Este año se ha diseñado un nuevo medicamento oral, el roflumilast, que a diferencia de los tratamientos clásicos “tiene un efecto más específico frente a la inflamación detectada en la EPOC”, según José Luis Izquierdo, jefe de la sección de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara. Es el primer antiinflamatorio oral diseñado de manera específica y que, según los estudios realizados, reduce de manera significativa las exacerbaciones a largo plazo (12 meses) y mejora la función pulmonar. Se ha presentado en el congreso de la ERS, se ha aprobado en Europa y se espera que esté disponible en distintos países europeos antes de que finalice el año, mientras que en España está previsto para 2011.
Junto con el desarrollo de la nueva generación de medicamentos orales, en el marco de este último congreso también se ha destacado la importancia de las distintas medidas útiles en el control de las agudizaciones, como realizar actividad física antes y después de las exacerbaciones, ya que mejora su pronóstico, enseñar al paciente a reconocer sus síntomas para que pida ayuda antes e, incluso, para que se le pueda tratar en casa en lugar de ingresarle en el hospital, además de insistir en la clásica advertencia para dejar de fumar.