La trazabilidad alimentaria es un sistema con demostrada efectividad en el control de los alimentos. En el ámbito de la producción animal, este método permite seguir el rastro de la carne desde que está en la granja hasta que llega al plato. En el caso de detectar algún incidente, es posible dar con el origen y, por tanto, aplicar las medidas preventivas o de retirada de productos en el caso que sea necesario. En respuesta a la importancia de contar con sistemas de este tipo, la Comisión Europea acaba de presentar una propuesta en favor de un sistema de identificación electrónica de bovinos más rápido y preciso que los actuales.
La trazabilidad de los alimentos debe contar con las herramientas de fácil implantación. Con este objetivo, la Comisión Europea acaba de presentar una propuesta para introducir un sistema de identificación electrónica de bovinos, rápido y preciso. De aplicación aún voluntaria, este sistema podría extenderse a todos los Estados miembros si se cumple con el deseo de la Comisión Europea de crear un régimen jurídico obligatorio en el ámbito nacional. Una vez instaurado, los responsables comunitarios consideran que se facilitará la comunicación de los movimientos de animales, ya que se contará con una importante base de datos central. De esta manera, en el caso de que se detecte alguna infección animal, aumentará la capacidad de reacción y se evitarán posibles futuros riesgos en la cadena alimentaria.
Cuestión de confianza
La identificación electrónica bovina es una herramienta crucial para localizar y rastrear los animales de forma individual para uso veterinario y controlar posibles enfermedades infecciosas. A pesar de que los sistemas actuales de trazabilidad son eficaces, existe la posibilidad de mejora, como hacerlos más precisos, rápidos y reducir el tiempo de procesamiento. En la actualidad, todas las notificaciones en este campo (nacimientos, muertes o desplazamientos de los animales) deben quedar registradas de forma manual. La excesiva carga administrativa que supone este sistema ha sido uno de los motivos por los cuales se ha revisado este sistema.
Por el momento, el sistema electrónico se aplica en ganado ovino y caprino. En general, los objetivos básicos de la normativa comunitaria en la identificación de bovinos son:
- Localizar y rastrear los animales con fines veterinarios, crucial para el control de enfermedades infecciosas.
- Gestionar y supervisar los pasos que sigue la carne de vacuno.
Entre las principales ventajas del sistema electrónico frente al tradicional (marcas en las orejas) destaca una mayor rapidez de lectura. El margen de error también es menor que en el caso de las inscripciones manuales. El rastreo automático de los alimentos tiene como finalidad formar e informar a todos los responsables de la producción bovina sobre todos los pasos que sigue un producto determinado. En la mayoría de los casos, esta identificación se realiza por radiofrecuencia: un microchip transmite información a un lector.
El etiquetado electrónico permite, entre otras cosas, que en el caso de que se registre un brote de enfermedad animal, se tiene acceso a todo el historial del animal y, por tanto, es posible adoptar las medidas necesarias para erradicar o prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.
Necesidad de armonización
A pesar de que la identificación electrónica ya se aplica para determinadas especies de animales en distintos países, no existe un sistema armónico. Por tanto, las numerosas formas de aplicación dificultan el uso de este sistema electrónico de identificación como forma oficial de control. De ahí que la Comisión Europea haya presentado ahora una propuesta de armonización para un mayor beneficio, con el fin de crear un marco jurídico que reconozca este sistema de manera formal.
Para la Comisión Europea, los sistemas de identificación y trazabilidad de animales vivos son cruciales para prevenir y controlar las enfermedades animales, incluidas aquellas que afectan a los humanos (zoonosis), y para garantizar la seguridad alimentaria en la Unión Europea. En el caso de que se detecte contaminación por dioxinas, los sistemas de identificación electrónica posibilitan a las autoridades confirmar o descartar productos como carne o leche contaminados con estas sustancias.
Los sistemas electrónicos de identificación animal (microchips o implantes subcutáneos) se han desarrollado de forma generalizada en los últimos años. Pese al importante avance, deben hacer frente a posibles dificultades de implantación e incompatibilidades con los diferentes sistemas de radiofrecuencia. De ahí que la Organización Internacional de Estándares (ISO) haya aprobado normas específicas para armonizar los distintos sistemas de identificación.