En 1944, se creó el Banco Mundial para ayudar a reconstruir Europa tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. La ayuda se extendió después a los países en desarrollo, pero las circunstancias especiales de las regiones más pobres obligaron a fundar un nuevo organismo capaz de conceder créditos en condiciones más favorables. Así nació la Asociación Internacional de Fomento (AIF), de la que forman parte un total de 169 países, entre ellos, España.
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La historia de la AIF está plagada de idas y venidas. Desde su creación en 1960, un total de 35 países han dejado de ser prestatarios, otros han vuelto a serlo y un tercer grupo ha pasado a ser prestador. Atiende a las 79 regiones más pobres del mundo, 39 de ellas en África. Forma parte del Banco Mundial, pero a diferencia de éste, concede préstamos sin intereses y donaciones. Sus objetivos son impulsar el crecimiento económico, reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de vida de la población.
Se le considera «el principal proveedor de fondos de donantes para servicios sociales básicos» en los países más pobres. Complementa la labor del Banco Mundial, que ofrece inversiones de capital y servicios de asesoría a los países de ingreso medio. Ambos organismos comparten personal, sede y «rigurosidad de criterio» para evaluar los proyectos.
Créditos sin intereses y donaciones
Los créditos que concede la AIF carecen de cargos por intereses, aunque se paga una comisión del 0,75% en concepto de servicios. Se devuelven en periodos de tiempo más extensos. Vencen a 20, 35 ó 40 años, con un período de gracia de 10 años. La cantidad media que se destina a este fin es de 12.000 millones anuales (14.000 millones en 2009). El continente africano se lleva casi la mitad. El criterio que se sigue para conceder el dinero se fija en el nivel de ingresos, en los antecedentes de gestión económica y en la coordinación de los proyectos en curso financiados por la AIF.
Los préstamos tienen un periodo de vencimiento a 20, 35 ó 40 años, con un período de gracia de 10 años
Esta iniciativa es básica para poner en marcha servicios y estructuras básicas para la economía de un país y la calidad de vida de los habitantes. Se invierte en educación, atención sanitaria, infraestructura, prácticas ambientales sostenibles e instalaciones de agua potable y saneamiento, entre otras. «Estos proyectos preparan el camino para el crecimiento económico, la creación de empleo, el aumento de los ingresos y la mejora de las condiciones de vida», subraya la AIF.
Otra área de actuación son las donaciones a países en riesgo de sobreendeudamiento, siempre después de analizar la situación de cada región y con la condición de realizar un seguimiento. Los prestatarios deben brindar servicios básicos y rendir cuentas de la utilización de los recursos públicos. El 18% del dinero prestado en 2009 ha correspondido a donaciones.
La AIF concede ayudas a dos grupos:
Países en situación de pobreza relativa, es decir, con un Ingreso Nacional Bruto (INB) per cápita por debajo de un umbral que se actualiza cada año. Para 2010, se ha fijado en 1.135 dólares.
Países y pequeñas economías insulares cuyos ingresos superan el límite anterior, pero no tienen la capacidad crediticia necesaria para obtener préstamos del Banco Mundial. En este grupo destacan India, Indonesia y Pakistán, que reciben “financiamiento combinado” de ambos organismos.
Los principales prestatarios a lo largo de este año han sido Nigeria, Pakistán, Etiopía, Vietnam, Bangladesh, India, Tanzania, Ghana, República Democrática del Congo y Kenya.
La AIF se nutre del Banco Mundial, de los pagos de los prestatarios y de los países miembros más prósperos. Las regiones que más aportan son Reino Unido (14,05%), Estados Unidos (12,19%), Japón (10%), Alemania (7,05%), Francia 6,50%), Canadá (4%), Italia (3,80%), España (3,14%), Países Bajos (2,99%) y Suecia (2,95%). La reposición más reciente ha contado con la contribución de 45 naciones.
Se han establecido revisiones cada tres años, tanto de las cantidades que se aportan como de los criterios que se siguen para conceder ayudas. La última reposición de recursos financiará proyectos hasta el 30 de junio de 2011. En los encuentros más recientes se ha animado a representantes de los países prestatarios para que acudan y den a conocer directamente sus necesidades y circunstancias especiales.