Los primeros movimientos para revitalizar el mercado inmobiliario se empiezan a ver, y se materializan en nuevas hipotecas que ya comercializan las principales entidades bancarias. Sin embargo, no están diseñadas bajo las mismas estrategias de anteriores ejercicios, ya que se basan tanto en las recomendaciones restrictivas del Banco de España, como en los movimientos coyunturales del mercado. Así, afloran nuevas propuestas de financiación, sobre todo procedentes del “banco malo”, para tratar de reducir su stock de viviendas.
Hipotecas con nuevas condiciones
La ligera sensación de que poco a poco se sale de la crisis económica en España, contrastada por los últimos datos macroeconómicos, da ya sus frutos. Entre ellos, que las entidades bancarias empiezan a abrir el grifo para que sus clientes puedan acceder a la financiación de sus viviendas.
Los primeros pasos ya se están dando y se materializan en nuevas hipotecas que comercializan Bankinter, Santander, CaixaBank, Popular y Sabadell entre otras. Pero, eso sí, no están diseñadas bajo las mismas estrategias de etapas anteriores, y ahora se basan en las recomendaciones restrictivas del Banco de España y en los movimientos coyunturales del mercado inmobiliario. Han aflorado nuevas propuestas, sobre todo del «banco malo», para tratar de aligerar los stocks de pisos que mantienen las entidades.
En las nuevas hipotecas descienden los plazos de amortización que se brindan al cliente
Las condiciones de las hipotecas han cambiado, ya que han descendido los plazos de amortización y el destino final de la financiación (viviendas de los bancos). Es, en definitiva, una manera de aliviar sus excedentes inmobiliarios, a partir de unas condiciones de contratación diferentes. Ahora, se rigen bajo la mayor responsabilidad de sus demandantes, que tendrán que destinar un mayor ahorro para su adquisición y amortizarla en el menor tiempo posible. Además, para evitar situaciones de impago, también se han confeccionado seguros de protección, por si los solicitantes se quedan sin trabajo.
Las nuevas características de las hipotecas
El lanzamiento de nuevos créditos hipotecarios por parte de los principales bancos españoles se está realizando bajo las estrictas recomendaciones del banco emisor español, y espera revitalizar el sector después del estancamiento que ha habido a raíz de la crisis.
Ahora, los plazos de suscripción son más cortos. En el mejor de los casos se sitúan en 30 años.
También se ha rebajado la cantidad total que se financia, que ya no alcanza el 100% del valor de la vivienda. Ahora se limita entre el 50% y 80% de la misma.
Además, se establecen modelos de interés con tipo fijo para los primeros años, y después vuelven a la variable.
Se potencia la mayor vinculación con la entidad de crédito emisora. Cuantos más productos se tengan contratados con ella, más mejoran las condiciones de la hipoteca, a través de una pequeña bonificación en los abonos.
A ello hay que añadir la inclusión, en muchos casos, de un seguro de protección. Este garantiza el pago de las cuotas del préstamo hipotecario, mientras sus titulares se encuentren sin trabajar por desempleo o por incapacidad temporal por enfermedad o accidente.
La oferta para inmuebles del «banco malo»
La última entidad en mover ficha ha sido Bankinter, que ha lanzado una nueva hipoteca a un interés variable de euríbor + 2,50% a partir del primer año, y con un tipo fijo durante el primer año del 3,90%, con seguro de protección incluido.
No es la única novedad que se ha generado en los últimos meses, ya que BBVA ofrece un nuevo producto de similares características, que financia hasta el 80% del valor de tasación, a un periodo máximo de 30 años y con un interés mínimo de euríbor + 2,25%, en función de la vinculación que establezca el cliente con la entidad. Su principal aportación es que está destinada para los activos inmobiliarios procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb), popularmente conocido como el «banco malo». No obstante, estas condiciones son para la primera vivienda. En caso de optar a una segunda, estas varían, al ofrecer hipoteca hasta 25 años y financiación solo hasta el 60% del valor de tasación, además del interés mínimo situado en el euríbor + 3,25%.
CaixaBank y la Sareb han alcanzado un acuerdo mediante el cual la entidad catalana crea una línea específica de financiación para particulares que adquieran un piso en el «banco malo». Para ello se ha desarrollado el Préstamo Hipotecario Estrella Bonificado, que permite financiar viviendas destinadas a primera residencia a 30 años, con un porcentaje de financiación de hasta el 80% del valor de tasación y un precio de euríbor + 3%. En función de la vinculación que establezca el cliente con la entidad, las condiciones del préstamo pueden tener una bonificación de hasta el 0,7%. Para segundas residencias, la financiación máxima baja al 60%, con plazos de hasta 25 años y con tipos de euribor + 4%.
Banco Sabadell y Sareb han firmado también un acuerdo para facilitar un crédito a los clientes interesados en comprar un activo inmobiliario que esté en manos del segundo. Se comercializa como Hipoteca Bonificada, destinada a financiar la adquisición de primeras viviendas hasta 30 años, con un porcentaje de financiación de hasta el 80% del valor de tasación y con un tipo fijo del 4% el primer año. El tipo estándar aplicado para el resto de años estará referenciado al índice de referencia europeo + 3,5%, pudiéndose bajar al 2,5% en función de la bonificación asignada. Las condiciones para la segunda residencia son las mismas, aunque el máximo de financiación solo alcanzará el 70% del valor de tasación.
La vinculación con la entidad emisora de la hipoteca da derecho a bonificaciones
El Banco Popular ha lanzado al mercado la Hipoteca Ahorro Bonificada diseñada bajo los mismos parámetros que los modelos anteriores, con un tipo de interés de euríbor más un diferencial del 3,5%. No obstante, podría reducirse hasta el 2,5% en función de la bonificación asignada según la vinculación del cliente. Está destinada para un periodo máximo de hasta 30 años, con un porcentaje de financiación de hasta el 80% del valor de tasación. Para la segunda residencia, eleva su interés de euríbor más el 3,75%, con el mismo plazo de amortización, mientras que su límite pasa al 60%.
El Santander también pone en manos de sus clientes las viviendas procedentes del Sareb. Para ello, en caso de la primera residencia, la hipoteca puede alcanzar hasta 30 años para financiarla, hasta el 80% del valor de tasación, y a un precio de euríbor + 2,25%, en función de la vinculación establecida, mientras que para segundas residencias, la cantidad máxima es del 60%, con plazos de hasta 25 años y con tipos mínimos de euríbor + 3%.