Hasta no hace demasiado tiempo, a la hora de decidir la compra de un piso, era necesario visitarlo para comprobar su estado. Pero ahora es posible hacerse una idea con las fotos insertadas en los anuncios por Internet, que son un filtro muy importante para apuntalar la opinión del potencial comprador. Sin embargo, deben hacerse con profesionalidad, ya que pésimas imágenes, reiterativas o que no aporten excesiva información pueden derivar en el efecto contrario, y hacer que se descarte una vivienda de manera definitiva. A continuación, se dan diversos para consejos sobre las fotografías con las que vender o alquilar un piso.
Fotografías de la vivienda, un filtro poderoso
Buena parte de las operaciones inmobiliarias se realizan hoy a través de las páginas web que diseñan las empresas intermediarias dedicadas a la venta y alquiler de pisos. Y, en gran medida, su éxito proviene del aporte fotográfico para apoyar esta labor.
Antes era necesario visitar el inmueble para comprobar su estado, pero ahora esta herramienta tecnológica -que no es determinante, pero sí influye en la decisión final- es un filtro para apuntalar la opinión a la hora de buscar una vivienda. Sin embargo, no todos son ventajas, ya que si esta estrategia se aplica mal (malas fotos, reiterativas y sin aportar excesiva información) puede derivar en el efecto contrario y apartar a un posible comprador del piso de manera definitiva.
Las fotografías deben ser claras, descriptivas y, sobre todo, reflejar el estado real del inmueble
Las fotografías deben ser claras, descriptivas y, sobre todo, tienen que reflejar el estado real en que se encuentre el inmueble. También tienen que mostrar todas las estancias de la casa, ya que si no aparecen algunas de ellas (cocina, servicio, dormitorios, etc.), esto puede ser indicio de que tienen algún aspecto negativo, y así se aleje al posible comprador.
Cuantas más fotos tenga el anuncio, mejor. Así, el cliente contará con la mayor información posible. Pero todas las imágenes deben aportar algo a los futuros compradores, nunca reiterarse en los mismos ángulos o rincones de la casa.
Asimismo, se deberá reflejar el estado en que lo encontrará el posible vecino, libre de recuerdos personales o mobiliario que ya no dispondrá el nuevo inquilino. ¿De qué vale que en las fotos salga un despacho muy bonito o una librería ampulosamente decorada, si no serán compartidos por los futuros habitantes? De nada. Si el piso se vende o alquila sin muebles, hay que recogerlo en su estado natural, sin florituras. Y en el caso de que sea con mobiliario, las fotos deben reflejar solo los muebles con que se hallará el nuevo morador, ni más ni menos.
Otro aspecto que debe guiar la exposición gráfica es el de potenciar los elementos más positivos de la vivienda (amplitud, luminosidad, suelo nuevo, nuevas reformas, etc.), que pueden ser un «cebo» bien entendido para que las visitas sean mayores.
Consejos de fotografía para vender mejor el piso
Para vender o alquilar mejor un piso, no es necesario aplicar una sofisticada estrategia de marketing fotográfico. Basta con ofrecer la mejor y más racional información posible sobre el producto que se vende. Aunque, como es obvio, se deben potenciar los elementos más atractivos de la oferta, hay que hacer una descripción fotográfica completa y nítida de todas las estancias del inmueble. Para elaborar esta información visual, hay que partir de las siguientes premisas:
Se debe incidir en todos los elementos más atractivos de la oferta, que bien pueden ser las reformas que se hayan realizado (suelo, paredes, puerta de entrada de seguridad, etc.), pero también si la cocina está en buen estado y con electrodomésticos, así como si se dispone de terrazas o ventanales amplios y luminosos.
El reportaje fotográfico debe ser lo más amplio posible y reflejar todas las estancias de la casa de la forma más descriptiva posible, y nunca ser reiterativo y mostrar la misma habitación varias veces. Esta estrategia puede indicar a los futuros clientes que puede haber defectos en las que no se enseñan.
Las imágenes deben ser claras y bien enfocadas.
Es muy importante que todo aparezca ordenado y en su sitio, ya que si no es así, el efecto que puede generar en los compradores es de indiferencia ante el producto ofertado, dando una mala imagen de la casa o apartamento.
Las fotografías deben mostrar una idea lo más completa posible de las habitaciones de la casa. De nada vale que se detenga el objetivo en solo un rincón de la estancia, sino que se debe poder apreciar sus ventanas, la amplitud del cuarto o el mobiliario.
No se deben mostrar imágenes con mobiliario que los compradores no encontrarán, ya que puede inducir a equívocos. Es más, si la casa se vende o alquila sin muebles ni elementos decorativos, lo más aconsejable es que las fotos reflejen cada habitación con toda su profundidad para que puedan hacerse idea de los muebles que necesitarán.
Es preferible que las fotografías se hagan de día y reflejen la claridad de las estancias (si las tuviesen), ya que darán una imagen mucho más fresca y atractiva de la vivienda, y brindan una información adicional a los compradores.
Hay que dejar claro qué estancias se están enseñando, ya que en algunos reportajes no es fácil distinguir si se está ante un salón o un dormitorio. Hay que mostrar al posible comprador lo que se vende, sin equívocos o distorsiones de la realidad.
El reportaje constará de entre cuatro y ocho fotos. Una o dos son insuficientes y una catarata de documentos fotográficos puede ser contraproducente.
Todos los anexos que tenga el piso (tendederos, terrazas, recibidor, etc.) deben integrarse en la información como una aportación adicional a la oferta presentada.
Al ser las fotografías un elemento de gran importancia para la venta o alquiler de un piso, no puede dejarse ningún detalle a la improvisación. Si no se es experto, no será muy difícil encontrar en el círculo de familiares o amistades alguna persona que tenga la fotografía como hobby o incluso sea un profesional.
Resultará de gran ayuda para elaborar este material de apoyo para la venta o alquiler de la vivienda, con un rigor profesional del que la mayor parte de la gente carece. Y unas fotografías profesionales, bien hechas y presentadas, pueden ser clave para encontrar posibles compradores o inquilinos.
¿Alguien compraría on line un traje cuyas imágenes no describiesen con exactitud la estructura de su diseño o que no fuesen claras? Lo mismo sucede con la venta o alquiler de un piso, y con más razón, ya que será un lugar donde a priori se residirá varios años. Por tanto, merece la pena encomendar esta misión a un profesional de la fotografía.