Entrevista

Miguel Huerta, secretario de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE)

Las carnes y productos derivados que consumimos son seguros
Por Marta Chavarrías 23 de mayo de 2013
Img miguel huerta
Imagen: CONSUMER EROSKI

La carne y los productos derivados constituyen una parte importante de la dieta de los españoles. Su seguridad está garantizada mediante estrictas normativas y reglamentos. La industria cárnica española es una de las más reguladas y controladas; de hecho, nunca antes se había tenido tanta seguridad y control de los alimentos que se consumen. Así lo explica en esta entrevista Miguel Huerta, secretario de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) y cosecretario de la Confederación de Organizaciones empresariales del Sector Cárnico de España (CONFECARNE).

¿Es segura la carne que se consume en España?

Por supuesto que sí. Las carnes y los productos elaborados a partir de ellas cuentan con la seguridad alimentaria como un vector básico y esencial en toda cadena de producción, industrialización y comercialización. Quizás no se conoce, a nivel de la opinión pública, que la industria cárnica es uno de los sectores más estrictamente regulados y controlados por la legislación comunitaria y española, que establece que incluso haya funcionarios del cuerpo veterinario presentes de forma continuada en determinadas instalaciones para inspeccionar el proceso de producción.

¿Qué mecanismos de seguridad se emplean?

La herramienta principal es la normativa comunitaria recogida en el llamado “Paquete de higiene“, un exhaustivo entramado de cuatro Reglamentos y dos Directivas, que está vigente desde 2006 y supone un marco normativo para la producción de alimentos y la seguridad alimentaria en la Unión Europea. Regula todo lo relacionado con la higiene de los productos alimenticios, las normas específicas de higiene de los alimentos de origen animal, las normas específicas para la organización de controles oficiales de los productos de origen animal destinados al consumo humano, las normas zoosanitarias aplicables a la producción, transformación, distribución e introducción de los productos de origen animal destinados al consumo humano, los controles oficiales efectuados para garantizar la verificación del cumplimiento de la legislación en materia de piensos y alimentos y la normativa sobre salud animal y bienestar de los animales.

¿Qué otros mecanismos se aplican, además de los legislativos?

“La industria cárnica española dispone de sistemas de control, trazabilidad, seguridad alimentaria y calidad reconocidos internacionalmente”

Además de la normativa de control oficial, las empresas disponen de los diferentes protocolos de autocontrol, basados en sistemas y normas internacionales, así como la homologación de proveedores y la certificación externa de procesos y productos, aseguramiento de la calidad, etc. La industria cárnica española dispone hoy en día de sistemas de control, trazabilidad, seguridad alimentaria y calidad que están reconocidos a la vanguardia de todo el sector internacionalmente, y por eso nuestras industrias cuentan con la confianza para exportar cada año carnes y productos elaborados a todo el mundo por valor de más de 4.000 millones de euros.

Cuando se habla de que se han encontrado “trazas de ADN”, ¿a qué se hace referencia?

Las técnicas analíticas que se utilizan actualmente para controlar los alimentos se basan en la detección molecular (PCR o Reacción en Cadena de la Polimerasa) y detectan hasta partes infinitesimales, es decir, moléculas de proteínas o ADN. Por ello, la misma Unión Europea establece en toda su legislación relacionada con la salud y la seguridad los necesarios niveles de tolerancia en la detección analítica.

La detección de trazas de ADN, ¿supone un riesgo para la salud pública?

No, no tiene sentido hablar de riesgo para la salud, como todas las instancias comunitarias y españolas (Comisión Europea, agencias Europea y Española de Seguridad Alimentaria, el Ministerio de Agricultura y Alimentación, etc.) han puesto de manifiesto en el caso de la carne de caballo. En todo caso, sería un problema comercial por la inclusión de materias primas no registradas en el etiquetado, como es preceptivo.

En estos casos, ¿qué protocolos de actuación se aplican?

Los controles oficiales y los registros de las empresas son esenciales, como se ha demostrado en este caso, para trazar la producción. El adecuado funcionamiento de los sistemas de control y trazabilidad de la cadena alimentaria, así como los sistemas de autocontrol establecidos por las propias empresas fabricantes, han puesto de manifiesto con rapidez los posibles problemas y han permitido detectar los lotes irregulares y retirarlos de forma inmediata del mercado e investigar el origen y responsabilidades de esa posible actuación irregular. Además, la Comisión Europea ha puesto en marcha un sistema de análisis adicionales en todos los países de la UE.

¿Cómo afectan los incidentes recientes al sector de la carne?

“El sector cárnico es el primer interesado en que se detecte, investigue y corrija con eficacia cualquier posible error en la cadena de producción”

Las empresas y organizaciones del sector hemos lamentado esta circunstancia que, como he dicho a lo largo de estas semanas, perjudica seriamente la imagen de una industria cárnica que trabaja de forma responsable para comercializar solo productos seguros y de calidad, mediante la mejora continua de los procesos de producción, los controles, la selección de proveedores y la seguridad de las materias primas, en cumplimiento de la exigente legislación nacional y comunitaria sobre esta materia, y los protocolos de autocontrol y seguridad puestos en marcha por las propias empresas, pero es prácticamente imposible prevenir un incidente imprevisto como este. Hemos hecho público nuestro apoyo incondicional a las pruebas e investigaciones que han puesto en marcha las autoridades comunitarias y las administraciones españolas para restaurar la confianza de los consumidores y depurar en su caso las responsabilidades correspondientes. El sector es el primer interesado en que se detecte, investigue y corrija con eficacia cualquier posible error o actuación fraudulenta en la cadena de producción y comercialización de las carnes y sus productos derivados.

¿El consumo de carne de caballo es seguro?

Por supuesto. Aunque en nuestro país su consumo es minoritario, la carne de caballo es un producto que cuenta con los mismos requisitos, controles y garantías de producción que el resto de especies ganaderas.

¿El consumidor puede estar tranquilo cuando come carne?

Rotundamente, sí. Ya he detallado las razones de control, seguridad alimentaria y trazabilidad que permiten afirmar que las carnes y productos derivados que consumimos son seguros y adecuados. Nunca antes hemos tenido tanta seguridad y control de los alimentos que consumimos. Es cierto que desde las antiguas pautas de consumo que demandaban una “alimentación suficiente” y luego una “nutrición correcta”, las aspiraciones de la sociedad han evolucionado hasta los actuales requerimientos de una “nutrición óptima”, segura y saludable. El consumidor es cada día más exigente y nuestras industrias trabajan e invierten recursos para satisfacer esas exigencias.

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