En los meses previos a las fechas más calurosas del año, es momento de poner a punto la piscina para los baños y juegos acuáticos que se avecinan. Además de las labores de limpieza y tratamientos específicos del agua, si la piscina es de hormigón visto, conviene revisar el estado de la pintura. Si es necesario repintarla, la mejor opción son las pinturas de clorocaucho, ya que se secan por evaporación y permiten pintar sobre la capa anterior sin necesidad de lijarla.
Limpieza y reparaciones antes de pintar
Antes de pintar una piscina es necesario hacer una limpieza exhaustiva de la misma, por lo que primero se debe vaciar. El vaciado se puede efectuar por gravedad -solo es necesario abrir la llave- o mediante la correspondiente bomba. A continuación, hay que limpiar con un jabón neutro y un cepillo todos los rincones de la pileta, sobre todo, en las marcas del nivel del agua y en los ángulos donde se acumula moho. Los restos de detergente se eliminan con el chorro a presión de una manguera.
Una vez seca la superficie, hay que buscar y reparar los posibles desconchones y zonas oxidadas de escaleras y demás soportes. Los desconchados se rascan con un cepillo de acero o un disco de pulir y se rellenan con mortero. Por último, se pasa de nuevo la manguera para eliminar el polvo que se haya desprendido durante el proceso.
Los elementos metálicos oxidados se lijan y se les aplica una capa de antióxido. Si se quieren pintar de nuevo, solo hay que extender una capa de imprimación en toda la superficie y aplicar la pintura definitiva.
La pintura más adecuada para piscinas es la de clorocaucho, ya que se seca por evaporación y permite pintar sobre la capa anterior sin necesidad de lijarla.
Antes de empezar con el trabajo, hay que tener en cuenta una serie de precauciones. No conviene pintar cuando el sol incide directamente sobre la piscina o si la temperatura es elevada. Tampoco es recomendable hacerlo si hay mucha humedad en el ambiente.
No conviene pintar la piscina cuando el sol incide sobre el vaso o si la temperatura es elevada
La pintura se puede aplicar con brocha, rodillo o pistola. Si se utiliza esta última, hay que tener la precaución de protegerse la cara con un pañuelo o una mascarilla y salir varias veces de la piscina para respirar aire fresco. En caso de pintar con brocha o rodillo, las paredes se deben pintar desde arriba hacia abajo. El fondo de la piscina se dejará para el final. La opción más acertada en este caso es empezar a pintar en el lado opuesto a la escalera. Los últimos retoques se pueden dar desde esta última.
Si se aplican varias capas de pintura, hay que esperar al menos seis horas entre una y otra. Una vez terminado el trabajo, no se puede llenar la piscina hasta seis días después de la última mano.