Los muebles de hierro resultan muy versátiles: se adaptan a muy variadas formas de decoración y a todas las estancias del hogar, grandes y pequeñas. Además, son duraderas y casi no necesitan mantenimiento. Este artículo describe las posibilidades del estilo rústico y a la vez elegante de los muebles de hierro, las alternativas que estos ofrecen para las distintas habitaciones de la casa y, en particular, cómo se adecúan las estanterías de hierro en espacios como la cocina, el cuarto de baño y el recibidor.
Muebles de hierro, estilo rústico y a la vez elegante
Los muebles de hierro constituyen una opción estupenda y que no pierde vigencia cuando se trata de decorar espacios interiores. Este tipo de mobiliario combina el estilo rústico con el que a menudo se asocian estas piezas, en particular sillas y mesas de jardín, con una particular elegancia que puede llegar incluso a la sofisticación.
En el dormitorio, el hierro puede constituir toda la estructura de la cama o solo el cabecero
Estos muebles presentan líneas delgadas, de apariencia ligera, que son muy duraderas y prácticamente no requieren mantenimiento, más allá de la limpieza. Por eso, representan una muy buena inversión a largo plazo. Gracias a estas líneas finas, se adaptan a las estancias más pequeñas de la casa, y en las más grandes, se pueden acompañar de muebles de materiales más tradicionales, como la madera.
Se debe tener en cuenta que estas piezas necesitan un tratamiento inicial que las proteja de la humedad, si han de ubicarse en espacios exteriores (como el jardín, el patio, etc.) o en estancias con mucha condensación, como la cocina o el cuarto de baño. De este modo, se evitará que se oxiden y haya que aplicar un tratamiento para restaurarlas o que incluso haya que deshacerse de ellas.
Muebles de hierro en las diferentes estancias del hogar
Cada habitación del hogar puede incluir muebles de hierro que le den esta mezcla de rusticidad y elegancia.
En el salón, una de las mejores posibilidades es incluir una mesa de centro con estructura de hierro forjado. El tablero de la mesa puede estar constituido por materiales como cemento o similares, y la superficie, recubierta de cerámica, es decir, como en el caso de las mesas preparadas para soportar la intemperie en el jardín. Pero, al ser un mueble para interiores, también puede ser de materiales más cálidos, como distintos tipos de madera.
Si se cuenta con suficiente espacio, en lugar de poner solo una mesa de centro junto al sofá, existe la posibilidad de montar un conjunto aparte, con sus propios asientos: sillas también de hierro, para hacer juego. De este modo, se puede preparar un rincón destinado a la toma del té, a juegos (naipes, ajedrez, etc.) o cualquier otra actividad en un espacio propio, independiente del sofá y la televisión.
En el dormitorio, el hierro puede dominar el mobiliario a través de su elemento principal: la cama. Existen dos alternativas. La primera radica en que toda la estructura esté conformada por este material. La segunda, en que la cama sea de cualquier otro tipo, pero con un cabecero de hierro forjado que añada el deseado toque de encanto rústico y elegancia. Los más arriesgados pueden reutilizar como cabecero incluso un fragmento de verja del jardín.
Las plantas colgantes enredadas en estructuras de hierro ofrecen un aspecto muy bonito
En otras estancias, el uso más apropiado para el hierro viene dado por estanterías y muebles similares.
En la cocina puede ofrecer una excelente manera de tener los distintos productos ordenados, aunque también es posible pensar en un carrito con ruedas elaborado con este material.
En el recibidor, un mueble con estantes puede ser muy práctico y útil, además de proporcionar la decoración idónea para este espacio. Un espejo con marco de hierro, y más si el espejo es de cuerpo entero, puede ser uno de los ejes vertebradores en la estancia que da la bienvenida a quien llega y entra en la vivienda.
En el cuarto de baño, por su parte, el hierro también puede ser el esqueleto de toda clase de estanterías y soportes para los sanitarios. Además permite muy buenas combinaciones con otros materiales, como telas o cristales, para obtener armarios o compartimentos debajo del lavabo o a un costado de él, junto a la bañera, etc.
Una variante para el cuarto de baño, que se puede pensar también para el salón u otras estancias, es la de esquineros o estantes pequeños en los que ubicar adornos o macetas con plantas. Distintas especies de plantas colgantes, como la hiedra, el poto, la begonia o el helecho canario, son óptimas para estos formatos, ya que, al desarrollarse sus tallos y hojas, a menudo se enredarán en la estructura de hierro y darán al conjunto un aspecto muy bello.