Una apuesta clara para este año por parte de los analistas de inversión es la renta variable, y sobre todo la Bolsa española. La gran mayoría coincide en señalar que este mercado bursátil experimentará en 2014 una revalorización de entre el 10% y 20%. Esto significa que si se opta por la rentabilidad media para un capital de 10.000 euros, se podrían conseguir unas plusvalías de 1.500 euros. Por el contrario, estas mismas fuentes indican que no será un año muy favorable para la renta fija, en especial para los bonos, a excepción de los periféricos, que aún tienen recorrido. Este artículo analiza cómo enfocar la inversión durante 2014.
Invertir en 2014
Para mejorar los márgenes de rentabilidad habrá que asumir más riesgos. Será el requisito imprescindible para ampliar el patrimonio personal durante este nuevo ejercicio. Pero son muchos los pequeños y medianos inversores que, ante los duros correctivos sufridos en sus cuentas en ejercicios precedentes, quieren preservar sus ahorros y no se deciden por implicarse en una toma de posiciones demasiada rápida que pueda lastrar sus expectativas de crecimiento económico. ¿En qué momento se debe entrar en Bolsa?, ¿hay otros productos financieros alternativos para la renta variable? ¿cómo podremos evitar hacer alguna mala operación? Estas son algunas de las cuestiones que se plantean los inversores minoristas de cara al nuevo año.
La renta variable experimentará en 2014 una revalorización de entre el 10% y 20%
En primer lugar, se les debe exigir prudencia, pues no hay ningún motivo para formalizar compras desde el primer día. Este año es muy largo y siempre habrá oportunidades para conseguir beneficios. No deben minusvalorarse elementos negativos como noticias, resultados empresariales, situación geoestratégica, etc. que puedan perjudicar a la renta variable, y si bien las perspectivas son positivas, no conviene tomarlas al pie de la letra. Su tendencia mostrará cuándo hacer las compras -en el lado más bajo del gráfico- y también cuándo deshacer posiciones. No obstante, solo los inversores más habituados a manejarse con estas herramientas de análisis técnico podrán prever y anticiparse ante estas situaciones.
Por otro lado, también es recomendable no depositar mucho dinero en las operaciones y, si es posible, no sobrepasar el 20% de nuestro capital. No en vano, si las cosas salen de manera favorable para nuestros intereses, ya habrá tiempo para realizar nuevas compras adicionales.
Trucos para enfocar la inversión
Debido al año tan particular por el que atravesarán las Bolsas, el enfoque que debe darse a la inversión requiere mantener e incluir algunas pautas de comportamiento en las operaciones, que pasan por las diez siguientes recomendaciones:
1. No hay que andar con prisas. El año es muy largo y ya habrá momentos en que la opción de compra sea más clara, incluso bien avanzado el ejercicio.
2. No es obligatorio invertir desde el primer mes del año, o puede que sí… Todo lo indicará la tendencia general de la Bolsa, que cambiará varias veces durante el ejercicio.
3. No se debe hacer caso a los consejos de amigos o fuentes sin fundamentos que propicien una pésima operación de compra que pueda lastrar la rentabilidad de la operación.
4. Es necesario planificar el plazo al que irá destinada la inversión: corto, medio y largo… o incluso operaciones en el mismo día.
5. Es preciso diversificar la apuesta bursátil y no poner todo el capital en solo un valor. De ahí que sea muy útil conformar una cartera de valores para preservar los ahorros.
6. Habrá que tener mucha paciencia, y relajarse en los momentos más difíciles, que los habrá sin duda, para evitar malas operaciones que conlleven minusvalías.
7. Tratar por todos los medios de obtener el respaldo de un buen equipo de asesoramiento financiero, que puede encontrarse incluso en la propia entidad del usuario bancario.
8. Será de gran trascendencia entender el producto que se ha contratado, ya que, de no ser así, lo más probable es que se acabe perdiendo dinero o generando problemas en su gestión.
9. Ser disciplinado en la estrategia que se utilizará y plantearse un objetivo claro al inicio de las operaciones.
10. Dejarse de experimentos y apostar por los activos bursátiles con mayor seguridad y, si es posible, que cuenten con mayor grado de revalorización.
La entrada en Bolsa a través de la compra y venta de acciones es una de las herramientas más satisfactorias para canalizar los impulsos de los pequeños inversores. Pero no es la única, ya que hay otros en función del perfil del cliente.
Agresivos: pueden inclinarse por ETF o CFD que inviten a un procedimiento más ágil para obtener plusvalías, aunque se asumen más riesgos y, en todo caso, dirigido a los inversores con mayor experiencia en los mercados bursátiles.
Moderados: la contratación de un fondo de inversión de renta variable diversificado puede ser la solución para tomar posiciones en este activo financiero. Tiene la ventaja de no meter las mismas “frutas” en un único cesto, sino que se amplían las posibilidades y se limitan las posibles pérdidas que se produzcan.
Defensivos: los más reticentes a entrar en el mercado bursátil deberán optar por dos modelos de inversión menos agresivos. Por un lado, los fondos mixtos que mezclen esta inversión con renta fija en un porcentaje que sea seleccionado por los propios inversores. Y, por otro, inclinándose por imposiciones que estén ligadas a los principales activos financieros. De esta manera, a la seguridad de preservar sus ahorros, se podrán añadir los posibles beneficios que un empuje alcista de los mercados bursátiles pueda generar en sus productos de ahorro.