Los precios de los cotillones para celebrar la entrada del nuevo año están por las nubes, y la economía de las familias bajo mínimos. Por eso, conviene tener en cuenta alternativas para festejar la noche de fin de año sin gastar demasiado. Si se monta un cotillón en casa o en un local al que acudan amigos, se puede hacer al gusto de cada uno, los gastos se reparten entre todos y, además, se pueden evitar problemas, como exceso de aforo o que la fiesta no responda a las expectativas. Montar un cotillón propio no es muy complicado. En este artículo se indica qué pasos seguir para que tomar las uvas y celebrar la llegada de 2015 sea un éxito.
En casa con íntimos
Lista de asistentes: lo primero que se necesita saber es cuántas personas asistirán para poder organizar todo de acuerdo a esa cifra. Habrá que comprar bebida, comida, etc. Hay que insistir para que todos confirmen su presencia en un plazo fijado, ya que el número de asistentes determina la organización de la fiesta.
Organización de la fiesta: hay que saber cuánto dinero se pondrá y cuánto se destinará a cada partida. También conviene contar con un grupo organizador, en el que unos se encargarán de comprar comida y bebida (o incluso llevar algo preparado), otros de la decoración, del menaje…. Tener todo lo más planificado posible ayuda a que el resultado final sea un éxito.
Avisar a los vecinos: en una fiesta de Año Nuevo casera no hay que contar con permisos municipales, pero sí conviene avisar a los vecinos de que se va a celebrar una fiesta en casa.
Hora de comienzo: se puede organizar una cena que incluya escuchar las campanadas y la fiesta posterior o solo la fiesta tras tomar las uvas. La hora de inicio, así como la bebida y comida necesarias, varían mucho según sea uno u otro caso.
¿Fiesta temática?: hay que decidir si se celebrará una fiesta temática (todos de rojo, o de dorado…), si habrá que ir de etiqueta o vestidos de manera informal. Se decidirá entre todos para que los asistentes se encuentren cómodos.
Detalles para la fiesta: en una fiesta de fin de año no puede faltar la bolsa de cotillón con su gorrito, su matasuegras y su antifaz.., además de confetti y globos en abundancia. Las fiestas de Año Nuevo son distintas a las demás y conviene contar con todos los detalles para no olvidarlas.
Música y juegos: un grupo de los organizadores puede encargarse de escoger la música que sonará en la fiesta (que debe ser variada, de todos los estilos y gustos) y de organizar distintos juegos, si el grupo de amigos es aficionado a ellos, para pasar algunos ratos de la noche.
Celebrar el amigo invisible: cuando se acude a una fiesta entre amigos íntimos, se puede aprovechar para obsequiarse con un pequeño detalle. Cada invitado puede llevar un objeto del valor que se haya fijado antes y, en la propia fiesta, se hará el sorteo del amigo invisible. Así la entrada de año será completa.
En un local: se amplía el círculo
Cuando se celebra una fiesta en un local, pero para amigos, casi todos los puntos anteriores son válidos y aplicables para la organización de la fiesta, sobre todo en lo referido a la compra de bebida y comida, la música y detalles del cotillón, etc. Sin embargo, en este caso, el grupo organizador debe ser mayor y tener tareas aún más definidas para que nada se escape ni duplique. Además, hay dos aspectos que cambian sustancialmente:
La lista de invitados e invitaciones: cuando se organiza en un local, se puede invitar a más personas. Ya no es solo una fiesta para íntimos. Se suelen mezclar grupos que poco o nada se conocen entre sí, con lo que la fiesta deber ser más ecléctica (gente del trabajo, amigos de la pandilla, de alguna actividad deportiva…). Conviene hacer una lista detallada y mandar invitaciones a todos, haciendo constar las condiciones de la fiesta: si hay que aportar dinero para un fondo común, si le gustaría unirse al grupo organizador… Además, debe haber una fecha tope para confirmar asistencia.
Contar con los permisos oportunos: aunque no sea una fiesta abierta al público general, si se celebra en un local, conviene informarse en el ayuntamiento de la localidad -con tiempo- de si es preciso contar con algún tipo de permiso o realizar una comunicación para celebrar la fiesta. También hay que saber antes de celebrarla si se debe contratar un seguro de responsabilidad civil por daños causados a terceros, personales y materiales.