La prevención de los problemas de salud para no perder la autonomía personal y la memoria es la mayor preocupación de quienes han superado los 65 años. A ellos deberían dedicarse más recursos para mejorar la calidad de vida. Éstas son, al menos, las necesidades que ha identificado el Foro de recursos para las personas mayores, formado por personas de este grupo y por profesionales. Esta iniciativa ha surgido en Valencia, pero prevé aglutinar a miembros de toda España. Su presentación ha tenido lugar en la “Primera Jornada de Recursos para el Fomento de la Calidad de Vida de las Personas Mayores”, donde ha planteado su misión de identificar las necesidades de salud y calidad de vida que tienen los ancianos, con qué programas se cuenta para cubrirlas, cuáles faltan e impulsar buenas prácticas para elevar su calidad de vida. Así lo explica Rakel Poveda, directora del Ámbito de las Personas Mayores y de Atención a la Dependencia del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV).
Es un intento de agrupar, identificar y diferenciar programas para mejorar la calidad de vida de este grupo de población.
“Hemos analizado qué recursos hay, de qué programas se dispone y qué echan de menos profesionales y mayores”
En identificar los problemas no resueltos para mejorar la calidad de vida de este grupo, así como en impulsar y transmitir buenas prácticas para solucionar sus problemas, como evitar las caídas o la soledad, con distintos tipos de programas. Los disponibles deben presentarse a los profesionales y otros necesarios, desarrollarse. Ha sido un trabajo de muchos años, dirigido a estudiar qué recursos hay, de qué programas se dispone, qué echan de menos profesionales y afectados, qué áreas no están cubiertas, si se solapan los recursos, qué hacen las comunidades autónomas y qué no llega a los profesionales de base. Esto ha permitido construir un primer mapa de unos temas concretos, que hemos abordado en la primera jornada y que debemos tratar en el Foro.
Tanto a las personas mayores como a los profesionales, en términos generales, les preocupan más la prevención en salud (como hacer ejercicio físico o seguir una alimentación sana) para evitar la pérdida de autonomía personal y de memoria. De forma concreta, les preocupan otros problemas como el Parkinson, las caídas, los problemas digestivos, el Alzheimer o el dolor.
Después de una revisión bibliográfica en distintas áreas de interés y a raíz de las conclusiones obtenidas en la reunión, hemos celebrado esa primera jornada, donde se ha debatido sobre la importancia de la prevención, el dolor, el uso de la medicación, las caídas y el equilibrio, hábitos saludables, la promoción de la salud a través de la actividad física y los balnearios -un buen recurso para el bienestar-, la salud general, la gestión, la selección y la asignación de recursos. También ha incluido un programa dirigido al cuidador, sobre recursos para las personas mayores y cómo elegir productos fáciles de usar para ellos.
“Tanto a las personas mayores como a los profesionales les preocupa la prevención en salud”
Sí, junto con todos los temas que más les preocupan y que están menos resueltos, con una visión holística. Un ejemplo son las caídas que se consultan al geriatra: también se deben superar en cuanto a la soledad o la falta de redes sociales. Si como resultado de una caída una persona no sale a la calle y sus redes sociales disminuyen, ello puede conducirle a un proceso de degradación o de depresión.
Desde mi punto de vista, son muchos y muy complicados. Pero podrían destacar los programas de prevención y de desarrollo de la autonomía personal.
“La persona mayor prioriza, a menudo, las necesidades de los demás frente a las suyas”
En este aspecto, es muy importante la formación y la educación. Los mensajes básicos de mejoras generales llegan a pocas personas. Hay que dar más información y más productiva, y avanzar en la enseñanza y la concienciación de este grupo. Son sujetos de pleno derecho. En ocasiones, el perfil del mayor le lleva a priorizar las necesidades de los demás frente a las suyas, a cuidarse menos a sí mismo y a cuidar menos la prevención. Las necesidades tienen que sentirse y ellos tienen que pedirlas porque, si no se siente algo como propio, no se les hace caso.
Un aspecto muy importante es adecuar el entorno, facilitar la vida diaria para la persona dependiente, para que coja los cubiertos de manera adecuada, que pueda comer sola y gozar de más autonomía. Pero ocurre que la mayoría de recursos se dedican al cuidado de las personas dependientes y no a la promoción de la autonomía personal, que es necesario pero no debe ser lo único. Los procesos de fragilidad hay que atenderlos con urgencia. A menudo, el cuidado limita la autonomía personal: es una ayuda que se ofrece una hora, cuando sería preferible estar dos horas con esa persona y enseñarle a ducharse con sus capacidades funcionales para que pueda hacerlo por sí misma. Pero es más rápido hacerlo todo, porque hay una limitación de recursos.
Hemos invitado a expertos de todo el país para buscar buenas prácticas de recursos para este grupo de población. Nació en Valencia, pero no lo queremos limitar a esta comunidad.
“La mayoría de recursos se dedican al cuidado de las personas dependientes y no a la promoción de la autonomía personal”
Entre los profesionales que lo integran hay muchos perfiles, como fisioterapeutas, geriatras, logopedas, médicos de residencias, ortoprotesistas, podólogos profesionales, personal de enfermería, psicólogos, rehabilitadores, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales. No obstante, estamos abiertos a la participación de otros especialistas.
Un total de catorce personas asistimos a las dos primeras reuniones, pero a partir de la jornada que hemos celebrado, hemos invitado a más personas. Hemos creado un grupo permanente y también otros foros, en función de los temas de salud y de calidad de vida que se aborden, donde están representados todos los profesionales.
¿Qué necesitan y qué piden? El recién creado “Foro de recursos para las personas mayores” ha tenido presente esta cuestión al incluir entre sus miembros a los propios destinatarios de su trabajo, cuya voz a menudo no se escucha. Se ha concebido con la presencia de los propios afectados para que sean quienes indiquen a los profesionales de la salud cuáles son sus necesidades y participen como un agente principal más, informa Rakel Poveda.
Aunque hay otras iniciativas óptimas cuyo foco de atención es la persona mayor, la singularidad del Foro es que en él son, a la vez, la razón de ser del grupo y sus integrantes, de manera que pueden redirigir sus acciones, en función de las necesidades que digan tener.
Otro aspecto diferencial de esta iniciativa es que no se ha constituido como asociación, para no solaparse con otras iniciativas como las sociedades y asociaciones de profesionales o de usuarios que ya constan, sino como un foro de debate dinámico, para que participen de forma masiva todas las personas interesadas. En la actualidad, se puede acceder al trabajo del Foro a través de páginas web como mibienestar.es o mayores.ibv.org.