El 15% de todas las urgencias hospitalarias están relacionadas con diferentes síntomas gastrointestinales y, de estos, el 40% son dolor abdominal. Las causas de este malestar son diversas, desde cálculos biliares, entre las más habituales, hasta el infarto intestinal, poco frecuente, pero con una mortalidad del 70%. Las señales de alarma que deben conducir a una persona a urgencias son el dolor abdominal de aparición súbita e intensidad extrema o el que se prolonga durante más de cinco horas, sangrado en las deposiciones, vómitos y fiebre, según revela en esta entrevista Miguel Montoro, de la Unidad de Gastroenterología y Hepatología
Hospital San Jorge (Huesca), miembro del Grupo INDOGASTRO (Fundación Oscense para el Desarrollo de la Investigación Biomédica y Docencia en Gastroenterología), vocal de docencia y formación continuada de la Asociación Española de Gastroenterología (AEG) y coeditor de la segunda edición del ‘Manual de Emergencias en Gastroenterología y Hepatología’, presentado con motivo de la recién celebrada XVI Reunión Anual de la AEG en Madrid.
El 15% de los pacientes que acuden a urgencias hospitalarias lo hacen por problemas gastrointestinales. Y de ellos, un 40% va por dolor abdominal.
“El 15% de pacientes que acuden a las urgencias hospitalarias lo hacen por problemas gastrointestinales”
Sí. Es significativo que de cada 100 urgencias 15 se produzcan por el sistema gastrointestinal. Es un porcentaje elevado, teniendo en cuenta a todas las especialidades médicas. Pero es que además, cuatro de cada diez urgencias gastrointestinales se deben a dolores abdominales. Con todo esto se puede afirmar que las urgencias gastrointestinales figuran entre las más frecuentes que se atienden en los hospitales.
Sí, y lo hacen por una razón: el envejecimiento de la población. Hay una serie de enfermedades o condiciones clínicas que inciden sobre todo en la edad adulta y del anciano, como los problemas vasculares e intestinales. De la misma manera que hay infartos cardiacos o cerebrales, también hay infartos en el intestino. Ocurren cuando el flujo de un vaso sanguíneo se ve bruscamente interrumpido y se produce una embolia o trombosis intestinal. Así, los vasos que irrigan el intestino llevan a una situación dramática. La mortalidad por un infarto de intestino es del 70%. También es muy alta la frecuencia de los cálculos en las vías biliares altas, que conduce a muchas complicaciones.
“Cuatro de cada diez urgencias gastrointestinales son por dolor abdominal”
Hay que acudir a urgencias ante síntomas como el dolor abdominal que surge de forma súbita y de intensidad extrema, porque puede conducir a la muerte en segundos. Es una situación de emergencia. También hay que ir cuando, sin ser tan relevante en cuanto a su intensidad, tiene un curso prolongado de más de cinco horas, lo que demuestra que hay una patología orgánica subyacente que requiere asistencia en urgencias.
Las tres situaciones en las que está justificada la atención urgente son: sangre en las deposiciones, vómitos intensos y prolongados o fiebre, y el dolor abdominal de comienzo súbito e intensidad extrema que le citaba o de un curso prolongado de más de cinco horas.
La clave fundamental para sospechar un cuadro vascular intestinal es experimentar ese dolor abdominal de intensidad extrema en segundos. Este es un síntoma de alarma.
“Ante dolor abdominal súbito y de intensidad extrema, hay que acudir a urgencias”
Los pacientes con un perfil de riesgo lo tienen por motivos muy diversos. Entre ellos figuran los enfermos vasculares con arterioesclerosis, tabaquismo, diabetes, colesterol e hipertensión arterial. La aterosclerosis (materia grasa se acumula debajo del revestimiento interno de la pared arterial) incrementa el riesgo de desarrollar un infarto de corazón, de cerebro o, en este caso, de intestino. El 70% de las personas que lo sufren fallecen, porque las manifestaciones clínicas iniciales son muy engañosas. Ante un dolor intenso, hay pacientes que no lo ven como una señal de alarma, y dejan pasar siete u ocho horas hasta ir al médico. Y, entonces, puede ser demasiado tarde y ya pueden tener una peritonitis. El infarto intestinal también puede ocurrir en jóvenes que abusan de la cocaína, ya que provoca una vasoconstricción de los vasos.
Por fortuna, dentro de todos los casos de urgencias abdominales, figura entre los menos frecuentes, aunque sus consecuencias son dramáticas. Son más habituales los problemas biliares por cálculos, la colecistitis, la pancreatitis, etc.
“El dolor abdominal es una emergencia cuando tiene un curso prolongado de más de cinco horas”
La mujer constituye un capítulo importante dentro de las urgencias abdominales, por los problemas obstétrico-ginecológicos que padece: el embarazo ectópico, que se produce en un lugar distinto al útero y que puede suponer un riesgo para la vida de la madre; la rotura de un quiste de ovario; o la torcedura de una trompa de Falopio. El sexo femenino tiene una patología aparte y el dolor en los cuadrantes inferiores del abdomen puede deberse a otros problemas (en las trompas de Falopio o los ovarios) y dar lugar a confusión con otras causas de dolor abdominal. Hay que prestar especial atención al dolor abdominal del anciano, la mujer y los pacientes inmunodeprimidos. Puede haber causas que lleven a un error de interpretación.
El especialista Miguel Montoro recuerda que una parte de la salud digestiva depende de factores genéticos, pero otra parte muy importante recae en los hábitos o estilos de vida. Un caso característico es la enfermedad celíaca, que tiene una base genética, pero que se puede modular con unos hábitos correctos. Estas son las claves para cuidar la salud digestiva:
- Evitar el consumo de grasas y de alcohol, que nunca debe superar los 40-50 gramos al día en el caso de los varones, ni los 15-20 gramos por día en el de las mujeres. Mayor cantidad provoca cirrosis y pancreatitis crónica.
- Abandonar el tabaco, ya que no solo es nocivo para el pulmón y el corazón, sino también para el aparato digestivo, además de que puede producir enfermedades como el cáncer de esófago.
- Consumir alimentos frescos y naturales, variados y poco grasos. Evitar comidas copiosas.
- Practicar ejercicio de forma regular, porque estimula la motilidad intestinal.
- Seguir una dieta rica en fibra para prevenir el estreñimiento.